MELON
Calladito, calladito
La labor de Marcos Salazar Gutiérrez
ANTES DE ENTRAR en materia, quiero agradecer la atención de todas las personas que me han enviado correos electrónicos. Poco a poco daré contestación a sus peticiones, sin duda alguna, dicen que las damas primero. Ha sido una verdadera sorpresa lo que me dice la señorita Alejandra Quintero Cortés, así que muchas gracias y, con mis mejores deseos, le envío un cariñoso saludo.
LE CONTARE, MI nagüe eriero, que en mi trayectoria sonera he tenido la desgracia de toparme con individuos que quieren "dormir al velador", al ostentarse como eruditos, conocedores y expertos en música cubana, sin tener una leve idea de lo que encierra ésta: cánones, historia y léxico. En fin, todo lo que hay que saber para hablar con propiedad de lo que para mí es la expresión musical más bella, sin contar con algo primordial: sentido de clave que, aunque parezca mentira, esos dos palitos son de vital importancia.
POR ESO, QUIERO agradecer a Marcos Salazar Gutiérrez que, calladito, calladito, ha realizado una labor titánica en pro del son nacional y, por supuesto, de nuestros soneros. Sin poses de sabihondo se dedica a investigar la historia de la música cubana en nuestro país. A través de los años ha producido conciertos, primero en compañía de Alejandro Gómez Izquierdo y Antonio Zedillo, donde el teatro Tepeyac se llenó de jícamo los lunes al ver desfilar por su escenario la mayoría de soneros nacionales.
MAS TARDE, CON Alejandro produjeron un programa sabatino en Radio Onda llamado Tarima sonera. Después, en colaboración con el contador Roberto Murillo, dieron vida al espectáculo Soneros de ayer, hoy y siempre, en conciertos en el auditorio del Centro Médico y el teatro Carrillo Puerto de la ciudad de Veracruz, que pusieron a gozar al ambiente sonero de aquí, allá y acullá.
DURANTE 11 AÑOS, mediante Sábado, ritmo y sabor, programa difundido por Radio Red semanalmente, Marcos y Dionisio Sánchez Alvarado nos deleitaban el oído con buena música, entrevistas, historia y noticias interesantes del medio sonero internacional. Aún extraño ese programa.
PERO, DEJEME, MONINA, contarle la última que Marcos, en compañía de Arturo Yáñez y su papá del mismo nombre, realizó en Medellín, Colombia, en un encuentro internacional acerca de la música antillana que año con año lleva a cabo la Corporación Club Sonora Matancera de Antioquia.
EN MUCHAS PARTES se cree que en nuestro país sólo se interpreta música ranchera. Se ignora que México ha producido músicos, orquestas y conjuntos de mucha calidad, lo que me tocó comprobar en mis visitas a Colombia y Venezuela. Muy poco se sabe de nuestro ambiente musical, pero esta situación está en vias de corregirse gracias a Marcos y los Yáñez que han llevado películas, grabaciones, recortes de prensa, videos e, inclusive, el acta de nacimiento de Tony Camargo del que se ignoraba fuera mexicano.
LA SORPRESA QUE se han llevado los asistentes de diversos países que concurren a ese encuentro, ha sido mayúscula. Ahora ya se sabe de la calidad del talento mexicano. Por eso, desde aquí mi humilde reconocimiento a la labor de los Yáñez y mi modesto agradecimiento a Marcos por su amor hacia el son cubano ejecutado por mexicanos. Por medio de ellos ya se tiene conocimiento de lo hecho aquí.
HAY UN DOCUMENTAL llamado De México a La Habana, en el cual se destaca la vida artística de Silvestre Méndez y donde también colaboró Salazar Gutiérrez, que en compañía de Vicente Francisco Torres y Dionisio Sánchez Alvarado sacaron a la luz Yo no olvido al año viejo (Vida imaginaria de Tony Camargo).
ES ADMIRABLE Y a la vez encomiable lo que Marcos ha realizado durante 20 años en pro del talento mexicano. Espero que no desmaye ante la incomprensión de las autoridades culturales de nuestro país y la envidia de los que critican desde las mesas de una cantina o un café, pero no hacen nada positivo. A ellos les envío aquello de "la lengua no tiene hueso, cualquiera es conversador". ¡Vale!