El gobierno militar culpa a minorías étnicas de los ataques
Dos atentados en Myanmar dejan al menos 11 muertos y 200 heridos
Ampliar la imagen Minutos despu�de la explosi�n el centro comercial de Dagon, soldados acordonaron el �a FOTO Afp
Rangun, 7 de mayo. Al menos 11 personas murieron este sábado en una serie de atentados en la capital de Myanmar, anunció la junta militar en el poder, mientras testigos daban cuenta de varias decenas de fallecimientos tras los ataques más sangrientos que han tenido lugar en este país, con más de 40 años de régimen militar.
Once personas murieron y 200 resultaron heridas en dos atentados casi simultáneos que devastaron dos centros comerciales y el Trade Center de Rangún, los cuales se encontraban abarrotados de gente.
La televisora oficial acusó a las guerrillas de las minorías étnicas Karen (KNU, Unión Nacional Karen, una de las más antiguas del mundo), Shan (SSA, la Shan State Army) y Karenni (KNPP, Partido Progresista Nacional de los Karen) y a un grupo prodemocrático en el exilio.
Fuentes hospitalarias no proporcionaron ningún balance, aunque indicaron que no dejaban de llegar víctimas y que por lo menos 200 resultaron lesionadas.
Testigos interrogados por Afp hablaron de un balance de víctimas más elevado, con decenas de muertos, pero hasta el momento la información no ha podido ser confirmada.
Un testigo en el centro comercial Junction-8 aseguró haber contado "al menos 40 cuerpos" y otro indicó que vio en el centro comercial de Dagon "una veintena de cadáveres".
Una diplomática tailandesa afirmó que "en el centro de Dagon decenas de personas murieron, porque el sábado (el lugar) estaba lleno". Estimó que hubo tres fallecimientos en el Trade Center, donde un testigo birmano aseguró haber visto numerosos cuerpos sin vida.
Estos atentados simultáneos y sangrientos son inusitados en un país gobernado con mano de hierro por una junta militar obsesionada con la seguridad.
Myanmar registró en los pasados meses una serie de atentados con bombas -básicamente en Rangún- de poco poder que no dejaron víctimas mortales, a excepción de un ataque en Mandalay que mató a dos mujeres el mes anterior.
Hasta el momento ningún grupo se ha atribuido los ataques.
Las autoridades habían reforzado la seguridad en los últimos meses, al argumentar que "elementos destructores" se habían infiltrado en el país.
Estos ataques ocurren cuando Myanmar sufre presiones de la Unión Europea, que le presentó el viernes "una lista de prisioneros políticos a liberar inmediatamente", entre los que se encuentra la premio Nobel Aung San Suu Kyi, so pena de mantener las sanciones contra el régimen militar.