Usted está aquí: sábado 7 de mayo de 2005 Cultura Beatificaciones laicas

Beatificaciones laicas

El estilo tintinnabuli que anima el vuelo de Spiegel im Spiegel de Arvo Pärt está imbuido también en otro de los discos con su música que han llegado recientemente a México: Beatus (EMI Records).

La palabra tintinnabuli invoca al tintinnabulum, pequeña campana que emite un muy peculiar tintineo muy cristalino.

Arvo Pärt adoptó el nombre cuando detectó ese sonido anidado entre las tres notas de la tríada básica que constituye el toque instantáneo e inconfundible de su música, reconocible por su simpleza y pureza y diferenciada de la música minimalista en cuanto el arte de la repetición en Pärt tiene más que ver con los mantras tibetanos, con las ceremonias iniciáticas de todas las culturas primigenias en el mundo, que con la mera repetición mecánica de una célula motívica.

Camino introspectivo

El tintinnabuli de Pärt representa en todo caso la mejor manera de orar, un camino introspectivo que nos pone en contacto con la divinidad, con el cosmos, con uno mismo en paz interior.

Además de su magistral diseño de funda, portada, cara del disco, caja y cuadernillo, el disco Beatus es de una belleza integral afortunada. Aspira y logra la condición vegetal, orgánica, que las hermosas hojas de su portada sugieren. Hojas espejeadas en una pared como un trébol de cuatro hojas que trasciende la muerte del cuerpo y se instalan en una eternidad sonriente.

Al himno invocativo inicial, Statuit ei Dominus, le sigue en este disco imponente la bellísima Missa syllabica de Arvo Pärt, que toma su nombre de la relación entre el número de sílabas de las palabras Kyrie, Christus, Gloria, Credo, Sanctus, Agnus Dei, con su graduación en la escala musical, atendiendo un orden asombroso y fascinante de numerología en el sistema tintinnabuli.

Todas las partituras de este disco son ejecutadas, bajo la supervisión del compositor, quien nos da a conocer de esta forma la arquitectura interior de las catedrales alemanas, que es donde suele grabar sus discos Pärt, por el Coro de Cámara de la Filarmónica de Estonia.

Culmina con siete antífonas y cuatro obras sublimes: De profundis, Memento, Cantate Domino y Solfeggio.

Una caricia en pleno corazón.

 
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