El documento fue firmado en 1945 por Alfred Jodl
El día 7 en Reims, no el 8, cuando capituló el tercer Reich
Ampliar la imagen El general Hans Juergen Strumpff, el mariscal Wilhelm Keitel y el almirante Hans Georg von Friedeburg, principales jefes del ej�ito alem� durante la firma de capitulaci�n Karlshorst, Berl�FOTO Afp
Berlin, 6 de mayo. Para la historia el 8 de mayo de 1945 es la fecha oficial de la capitulación de la Alemania nazi al final de la Segunda Guerra Mundial, pero el primer acto se había producido un día antes en Reims, Francia, mientras el definitivo fue en la noche del 8 al 9 de mayo en Berlín.
El primer documento de rendición fue firmado por el general Alfred Jodl, jefe del estado mayor de la Wehrmacht, el 7 de mayo de 1945, en el cuartel general estadunidense de Reims (este de Francia).
Del lado de los vencedores, el acta fue rubricada por el general Walter Bodell-Smith, jefe del estado mayor del general Dwight Eisenhower, comandante supremo de los Aliados, y el general soviético Ivan Susloparov. El general francés François Sevez, jefe del estado mayor del general Charles de Gaulle, fue invitado a firmar en calidad de testigo.
Se trataba de una acta puramente militar de rendición (Act of military surrender), que instaba a las tropas alemanas a cesar los combates el 8 de mayo a las 23:01, hora de Europa central, y a obedecer las órdenes que le fueran dadas.
La segunda capitulación fue firmada el 8 de mayo en Karlshorst, en los suburbios de Berlín, en la Escuela de Ingeniería Militar de la Wehrmacht, donde se había instalado el cuartel general de las fuerzas soviéticas.
En esa ceremonia hubo episodios curiosos. En primer lugar comenzó más tarde de lo previsto, debido a la demora de los tres principales jefes del ejército alemán que debían firmarlo: el mariscal Wilhelm Keitel (ejército), el general Hans-Juergen Strumpff (aviación) y el almirante Hans Georg von Friedeburg (marina).
Además en el texto del acta, enviado desde Moscú, en el último párrafo se había deslizado un gazapo.
Por otra parte, al entrar a la sala, Keitel dudó en hacer el saludo nazi y finalmente levantó su bastón de mariscal. Al ver al general francés Jean de Lattre de Tassigny, el mariscal alemán exclamó: "¡No, usted no!" Según otra versión, habría dicho: "¿También están los franceses? Sólo faltaba esto".
La ceremonia de Berlín, que fue exigida por el líder soviético Josef Stalin y presidida por el mariscal Georgi Yukov, comenzó el 8 de mayo casi a medianoche (o sea el 9 de mayo en Moscú, debido a la diferencia horaria), pero terminó el 9 de mayo hacia las 00:45.
Este documento definitivo de capitulación de la Alemania nazi, fechado el 8 de mayo de 1945, fue firmado por los mariscales Yukov y el británico Arthur William Tedder en nombre del comandante supremo del Cuerpo Expedicionario Aliado en Europa, y como testigos el general francés De Lattre de Tassigny y el general estadunidense Carl Spaatz.
El texto -bastante similar al documento firmado en Reims- indicaba que Alemania sería "completamente desarmada", que los navíos y equipos militares no debían ser destruidos y finalmente precisaba que el acta había sido redactada en inglés, ruso y alemán, pero sólo los textos en las dos primeras lenguas debían ser considerados auténticos.
En Londres, el 7 de mayo el primer ministro británico Winston Churchill se preparaba para proclamar el final de la guerra en Europa tras la firma de la capitulación alemana de Reims.
El discurso de Churchill estaba listo y el primer ministro británico debía hablar a las 15 horas por la BBC. Luego a las 18, pero finalmente nada ocurrió.
Esa demora, según archivos de la BBC, obedeció a los esfuerzos desplegados por el general Eisenhower para retardar el anuncio oficial, con el propósito de "implementar una declaración simultánea en Londres, Washington y Moscú".
Finalmente, el 8 de mayo de 1945, a las 15 horas, Churchill anunció la capitulación alemana en un mensaje difundido por la BCC. Su discurso fue leído en directo desde su residencia de primer ministro, ubicada en el número 10 de Downing Street.
Aunque los auditores no podían verlo, Churchill había elegido el mismo lugar simbólico donde el 3 de septiembre de 1939, después de la invasión de Polonia, su predecesor Neville Chamberlain había anunciado la declaración de guerra a la Alemania nazi.
Al terminar su mensaje, Churchill apareció en un balcón del Ministerio de la Salud para saludar a una inmensa multitud en delirio que festejaba el final de la guerra: "Esta es vuestra victoria", les dijo.