Usted está aquí: sábado 7 de mayo de 2005 Economía MEXICO SA

MEXICO SA

Carlos Fernández-Vega

Alegra al gobierno el boom de las remesas de paisanos

La migración como alternativa al desempleo

Tabla de salvación económica del país

Las rebanadas del pastel:

PRESUMIDO COMO UNO de sus "grandes logros" el gobierno foxista se muestra en extremo alegre por el boom de las remesas, que de manera puntual y creciente envía la paisanada desde Estados Unidos.

ESA INYECCION DE dólares se ha convertido en la fuente más estable de divisas para México, y aunque no será permanente, habrá dos o tres años en que los envíos crecerán arriba de 20 por ciento, celebra el Banco de México (La Jornada, Roberto González Amador). Tan sólo en el primer trimestre de 2005, las remesas superaron los 4 mil millones de dólares, monto equivalente a 55 por ciento del valor de las exportaciones petroleras en igual lapso.

ESA ES LA parte buena del asunto, pero no se puede dejar a un lado que a lo largo de la administración foxista cerca de 2 millones de paisanos se han sumado a la ya de por sí voluminosa comunidad de mexicanos en Estados Unidos, circunstancia que para los ojos gubernamentales sólo tiene signo de dólares.

MAS ALLA DEL fatuo discurso oficial y del jugoso negocio que para unos cuantos representan los emigrantes, existe una realidad laboral y económica obviada por las autoridades, de la que da cuenta la más reciente encuesta de Parametría (Migración como alternativa al desempleo), cuyos resultados deberían desdibujar la enorme sonrisa gubernamental.

EN EL TRANSCURSO de las pasadas dos décadas el crecimiento económico en México ha sido prácticamente nulo, lo que ha propiciado que un número creciente de mexicanos haya emigrado a Estados Unidos, y todo indica que la tendencia se mantendrá por algún tiempo. Por ello, la "exportación" de mano de obra se ha convertido en una de las "alternativas" que mejor "resuelve" el problema de empleo en México.

PARAMETRIA LEVANTO UNA encuesta representativa de adultos en todo el país durante 2003 y 2005 sobre algunos aspectos directamente relacionados con migración y empleo. De acuerdo con ella, en noviembre de 2003 alrededor de 15 por ciento de la población adulta de México estaba en busca de trabajo; en febrero de 2005 la proporción creció a 24 por ciento, aumento de 9 puntos porcentuales en poco más de un año.

EL AUMENTO DE personas en busca de empleo pudiera resultar algo extraño si se considera que en 2004 el PIB nacional registró su mayor avance en lo que va del gobierno foxista. Sin embargo, este mayor crecimiento económico no se ha traducido en una mayor generación de empleos. Ello se aprecia al analizar la tasa oficial de desempleo abierto reportada por el INEGI, la cual muestra una clara tendencia ascendente desde 2002, de ahí que no sea tan extraño observar que cada vez existan más mexicanos tratando de encontrar un trabajo.

UNA DE LAS opciones consideradas por los mexicanos consiste en ir a trabajar a Estados Unidos. Este deseo se hace más fuerte a medida que empeoran las condiciones laborales del país y cuando no se tiene un empleo. En noviembre de 2003 el 17 por ciento de las personas pensaba en la posibilidad de ir a trabajar al país vecino del norte; hoy que el entorno es más problemático, esa proporción creció a 23 por ciento.

LA TENDENCIA SE fortalece entre quienes buscan empleo: en noviembre de 2003 el 35 por ciento de los ciudadanos con estas características consideraba seriamente ir a Estados Unidos: en febrero de 2005, 44 por ciento.

EN NOVIEMBRE DE 2003 entre aquellos que tenían la inquietud de cruzar nuestra frontera norte, 70 por ciento creía que era algo o muy probable que decidiera hacerlo. En febrero del presente año, esta intención disminuyó 9 puntos y registró 61 por ciento.

ENTRE LA POBLACION general las probabilidades de irse a probar suerte del otro lado son un poco más fuertes en 2005 que en 2003, pues anteriormente, 18 por ciento de los ciudadanos veía algo o muy posible emigrar a Estados Unidos, y hoy la proporción se encuentra en 28 por ciento.

UNA DE LAS razones de peso para que los mexicanos decidan ir a trabajar a Estados Unidos es la creencia de que sus problemas económicos se resolverían. En noviembre de 2003, el 52 por ciento pensaba de esta manera, pero para cuatro quintas partes (85 por ciento) de aquellos que analizaban seriamente ir a Estados Unidos era casi seguro que solucionaría sus problemas monetarios. En febrero de 2005 la proporción creció a 60 y 88 por ciento, respectivamente.

LA CITADA ENCUESTA registró un elemento interesante dentro del grupo de individuos que estudian la posibilidad de ir a Estados Unidos. En 2003, el 48 por ciento señalaba que sus problemas económicos se resolverían en gran medida si tuvieran trabajo allá y 37 por ciento que sólo en alguna proporción. En febrero de 2005, el resultado fue de 37 y 51 por ciento, respectivamente. Quizá el menor dinamismo de la economía estadunidense y los mayores riesgos de cruzar al otro lado han propiciado que las personas mediten un poco más. Además, parece ser que los beneficios económicos que podrían obtener por salir de México no son tan altos como los de hace un año, o al menos ya no compensan en demasía los costos en los que se incurre.

AL FINAL DEL día, en México paradójicamente se pierde valiosa mano de obra que podría ser productiva internamente, pero al mismo tiempo se resuelven más rápidamente las necesidades básicas de millones de hogares. El dilema, en términos de país, es si se invierte para incrementar la exportación del insumo que mejor produce México (la mano de obra), o si se canalizan mayores recursos para generar empleos e incrementar la calidad de los mismos, lo que podría resultar en un proceso más lento.

NO HAY UNA salida definitiva en este renglón, y las que pudieran encontrarse serían muy polémicas. Si la migración se detiene, se cancela la mayor tabla de salvación económica después del petróleo. Si continúa, crece el riesgo de ofrecer oportunidades a los mexicanos, se pone en jaque la unidad familiar y se arriesga la seguridad personal de los ciudadanos al intentar trabajar en otro país.

EN LOS PINOS aseguran que en abril pasado 96 mil empleos se generaron en la economía formal. De ser correcto el dato y mantenerse el ritmo, el próximo 21 de mayo por la noche su inquilino descorchará su mejor champagne para celebrar que tras cuatro años, cinco meses, 21 días, 17 horas, 14 minutos y algunos segundos de gobierno, por fin se creó ¡un empleo en términos reales!

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