Usted está aquí: sábado 7 de mayo de 2005 Economía Preocupa al BID que los programas sociales aumenten fertilidad de pobres

El organismo advierte que Oportunidades podría potenciar este fenómeno

Preocupa al BID que los programas sociales aumenten fertilidad de pobres

La institución ha financiado diversos proyectos de este tipo en Centroamérica y el Caribe

Han sido "muy exitosos" para paliar la pobreza y la desigualdad, asegura

DAVID ZUÑIGA

Al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) le preocupa que los programas de subsidios para los pobres de América Latina y el Caribe se conviertan en un incentivo para que éstos tengan más hijos.

La institución patrocinó un estudio en varios países de Centroamérica y concluyó que los programas de asistencia que se aplican en la región, como Oportunidades, administrado por la Secretaría de De-sarrollo Social (Sedeso), deben diseñarse de tal forma que no alienten más embarazos y, en cambio, promuevan la planificación familiar y la lactancia.

El organismo multilateral señala que en esta zona se han puesto en marcha diversos programas sociales similares a Oportunidades (antes conocido como Progresa) o Bolsa Familia, aplicado en Brasil, que consisten en la entrega de estipendios en efectivo a las familias pobres a cambio de que manden a sus niños a la escuela y los lleven al médico con relativa frecuencia .

Evaluación del PIB en Centroamérica

Estos proyectos, señala el BID, han sido "muy exitosos" para paliar la pobreza y desigualdad en el corto plazo y reducirla en largo.

De hecho, el organismo financiero ha apoyado programas de este tipo en varios países de América Latina y el Caribe, y actualmente evalúa los resultados obtenidos en los años recientes.

Como parte de esta evaluación, el BID participó recientemente en el análisis de dos programas aplicados en Centroamérica para determinar si el dinero que reciben las familias pobres genera incentivos para que éstas tengan más hijos.

De acuerdo con Guy Stecklov, profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalén, quien presentó los resultados del informe en una reunión celebrada en las oficinas centrales del BID, en Washington, el impacto de los programas varía según su diseño.

Resultados en Nicaragua y Honduras

Uno de los programas examinados fue la Red de Protección Social, que se aplica en Nicaragua. Este esquema ofrece a las familias beneficiarias una suma de dinero sin que importe el número de niños en el hogar, pero busca disuadir a las familias de tener más hijos.

Es estudio, cuya realización tomó dos años, revela que el programa nicaragüense no tuvo un impacto significativo en el número de embarazos o nacimientos.

En contraste, en el Programa de Asignación Familiar (Praf), que se aplica en Honduras, los pagos se basan en el número de hijos, lo que crea un incentivo para hacer crecer las familias.

El estudio detectó un aumento de 4.8 por ciento en el número de embarazos y nacimientos. Stecklov aseguró que los incentivos son un mecanismo muy poderoso para obtener resultados. En ambos programas el impacto era mayor en el segmento de mujeres casadas de entre 20 y 30 años de edad.

Sin embargo, no está claro cómo fue que el Praf incrementó la fertilidad.

Entre las posibles explicaciones están el uso poco extendido de los anticonceptivos, periodos breves de lactancia (durante la cual las mujeres son usualmente infértiles), una mejoría en la salud de la población femenina -lo que reduce los riesgos de esterilidad y aborto- y una menor tasa de migración masculina.

 
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