Protestas contra el "Seguro Popular" en Chiapas
Mientras Julio Frenk, Santiago Levy y Benjamín González Roaro cobran salarios sensiblemente más altos que el propio Presidente de la República, la sección 50 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud -en Tuxtla Gutiérrez- encabeza el primer movimiento de protesta amplio por la garrafal "operación" del fraudulento "Seguro Popular" del foxismo.
Hace menos de cinco años, esa misma sección evitó que Ernesto Zedillo insultara a los usuarios y pacientes de la entidad, cuando intentaba presumir que Chiapas recibiría la "certificación de calidad" del Paquete Básico de Servicios de Salud que la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ya le había "reconocido" a otros 25 estados. En ese entonces, 5 mil trabajadores -médicos, enfermeras y administrativos- demostraron con sus paros que la "certificación" de la OPS era tan fraudulenta como el Seguro Popular: exigieron insumos, medicamentos, mejoras a instalaciones y equipo de calidad. El pliego petitorio incluía también bonos, incremento salarial, jubilación activa y 90 días de aguinaldo.
Los trabajadores criticaron que la Federación hubiera pedido a la OPS que certificara a Chiapas "cuando sólo existen 88 médicos, 114 enfermeras y 43 camas para cada 100 mil habitantes". Los médicos deben reciclar hasta cuatro veces una jeringa: "no hay batas ni cubrebocas, nadie sabe dónde están las cifras millonarias de inversión". La diarrea, la tuberculosis y el paludismo alcanzan una mortalidad triple respecto a la registrada a escala nacional, y la hepatitis, la fiebre tifoidea, las parasitosis, la desnutrición y "otras de carácter endémico continúan causando estragos". Los familiares de los pacientes salen desolados de los hospitales cuando les comunican que no hay medicinas y que tendrán que comprarlas. Las enfermeras del Hospital Regional de San Cristóbal trabajan sin uniforme desde hace meses, más el "crecimiento desmedido de la población demandante: carecemos de muchos aparatos, contamos con poco instrumental y tampoco tenemos sábanas ni cobertores". Hasta el sindicato del ISSSTE determinó apoyar sus "justas demandas". Finalmente, Zedillo, la OPS y el Croquetas Albores se quedaron con las ganas de "certificar" a Chiapas.
Ahora, casi cinco años después, la sección 50 vuelve a tomar la calle -como ya lo había hecho el pasado 7 de marzo para repudiar las reformas a la Ley del ISSSTE-, pero denunciando la "operación" local del Seguro Popular, así como la demagógica "política" de salud de ese pequeño Fox llamado Pablo Salazar, vía su secretario de Salud, René Estrada.
El primero de mayo 60 mil personas -entre ellas 15 mil trabajadores de la Secretaría de Salud que atienden 37 hospitales generales y mil 200 clínicas urbanas y rurales- instalaron un plantón en la plaza principal de Tuxtla Gutiérrez, que sería seguido de un inmediato paro de labores indefinido. Manifestándose contra Fox por haber "contribuido a la pobreza de la clase trabajadora", los equipos de salud comunicaron que suspenderían todos los servicios, salvo los de urgencias. Además de solicitar un incremento al presupuesto del sector (de 2.2 a 8 por ciento) "para abastecerlo de insumos y medicamentos", exigieron aumento salarial, vestuario, uniformes y mayores prestaciones. Y es que, señalaron, "en las farmacias de los centros periféricos, desde hace dos meses no tenemos ni paracetamol". Los médicos y enfermeras quieren especialmente protestar por la "entrada en vigor del Seguro Popular, ya que los hospitales no podrán hacer frente a la demanda de pacientes". Muestra de las carencias locales "fue la crisis del hospital de Comitán (diciembre de 2002), donde fallecieron recién nacidos por falta de equipo y personal", mientras Julio Frenk hacía campaña en Ginebra, para intentar dirigir la Organización Mundial de la Salud.
Al día siguiente -con 90 por ciento del personal movilizado, mientras cientos de personas hacían filas para ser atendidas y en la parte trasera de los hospitales se desplegaban numerosos policías antimotines-, los trabajadores comunicaron que el paro continuará "hasta que Pablo Salazar se siente a negociar para llegar a un acuerdo". Pero el "gobierno" de Salazar aseguró que "todas las unidades están trabajando y estamos aplicando un plan de emergencia". Incluso, enfatizó René Estrada, "sólo 900 no acudieron a trabajar". En realidad, nueve de las 10 jurisdicciones sanitarias de la entidad habían suspendido actividades.
Haciendo gala de su talante "negociador", René Estrada informó que "su" secretaría había interpuesto demandas penales contra "huelguistas que participan en la toma de oficinas administrativas", además del levantamiento de actas "a fin de rescindir los contratos laborales y realizar los descuentos".
Rodeados de policías antimotines, 24 horas después, con la solidaridad de los pacientes y sus familiares, los trabajadores paralizaron las áreas de urgencias y terapia intensiva, al tiempo que Estrada sostenía que "respondería con firmeza".
Se fue el Croquetas Albores y llegó Pablo Salazar. Como con Fox, no hubo "cambio" alguno, pero, como con Fox, en salud y seguridad social todo está mucho peor. Además de pintar fachadas de algunos hospitales, ¿qué hizo René Estrada con el dinero del Seguro Popular que Frenk le regaló a Pablo Salazar? ¿En qué estado continuarán las protestas frente a ese engendro que ni es "seguro" ni mucho menos "popular"?
*Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco