Usted está aquí: viernes 6 de mayo de 2005 Mundo Logra Blair tercer mandato consecutivo con 37% de votos

La invasión a Irak debilita a laboristas, aunque mantienen la mayoría en el Parlamento de GB

Logra Blair tercer mandato consecutivo con 37% de votos

Obtiene la bancada del primer ministro 356 escaños por 209 de los conservadores

Este gobierno va "a aprender y a escuchar", ofrece el ministro de Finanzas Gordon Brown

AFP, DPA, REUTERS Y THE INDEPENDENT

Ampliar la imagen El primer ministro brit�co Tony Blair (extremo derecho) luego de depositar su voto en Trimdon Colliery, noreste de Inglaterra, seguido de su esposa, Cherie, y sus hijos Euan y Nicky FOTO Reuters

Londres, viernes 6 de mayo. Tony Blair se convirtió en el primer ministro laborista que logra tres mandatos consecutivos, pero los resultados de las elecciones de ayer jueves lo mostraron debilitado políticamente, a causa del desgaste sufrido por su decisión de invadir Irak.

Estos resultados fueron más pobres que los pronosticados durante la campaña, y aunque el laborismo conserva una mayoría absoluta, sería menor en casi un centenar de diputados en comparación con lo que obtuvieron en 2001. La ventaja del Partido Laborista se recortaría así de 165 escaños a sólo unos 66, de acuerdo con sondeos a boca de urna, y a los primeros resultados oficiales del escrutinio en 150 circunscripciones electorales, difundidos este viernes.

"Si los pronósticos son correctos, parece que el Partido Laborista se encamina por la primera vez en la historia a un tercer mandato histórico", declaró Blair esta madrugada tras haber sido reelecto en su circunscripción electoral de Sedgefield (noreste).

"Parece que los británicos quieren el regreso de los laboristas al gobierno pero con una mayoría reducida. Debemos responder con sabiduría y responsabilidad", agregó el primer ministro.

"Irak ha sido un tema que ha dividido al país", reconoció Blair, que consideró que ahora se debe "mirar hacia el futuro", y hacer frente a los desafíos de salud, orden público, vivienda y empleo, entre otros.

En los escrutinios oficiales, el laborismo se imponía en 62 distritos contra cuatro de los conservadores, mientras los demócratas liberales obtenían tres, y el Partido Nacional Escocés, uno.

Según proyecciones de los medios de comunicación, el Partido Laborista obtendría el 37 por ciento de los votos, mientras que hace cuatro años recibió el 42 por ciento. Los conservadores mantendrían su 33 por ciento y los demócratas liberales, opuestos a la invasión de Irak, pasarían de 19 a 22 por ciento.

De todas maneras, el porcentaje de sufragios a nivel nacional no es muy significativo en Gran Bretaña, dado que rige el sistema de escrutinio mayoritario que prioriza cuántos distritos conquistó cada partido.

En cuanto a curules, el resultado sería de 356 para los laboristas, 209 para los conservadores, y 33 para los demócratas liberales.

La mayoría de las personalidades británicas de primer plano fueron elegidas o reelegidas en sus circunscripciones, sin grandes dificultades, entre ellas el popular Gordon Brown, ministro de Finanzas; David Blunkett, ministro de Interior hasta diciembre de 2004, cuando debió renunciar por un escándalo sentimental; Jack Straw, ministro de Relaciones Exteriores, y Robin Cook, ex ministro de Relaciones Exteriores, opuesto a la invasión de Irak.

Aunque Blair es el primer laborista que logra tres mandatos, convirtiéndose así en el segundo primer ministro en la historia británica en lograrlo, junto a la Dama de Hierro Margaret Thatcher, el ambiente que reinaba en el cuartel general laborista la noche del jueves no era precisamente festivo.

Hacia las diez de la noche, una pareja de viejos militantes se acercó a la sede central del Labour en Birdcage Walk, a unos pasos del Parlamento de Westminster. Un responsable les abrió la verja, para explicarles: "No, no hay fiesta. Ustedes saben, los resultados no son buenos". Todas las ventanas, cubiertas de los carteles rojos y amarillos de los laboristas, estaban iluminadas, pero no se oía ruido alguno.

"Nuestra mayoría se ha reducido mucho y esto tiene que ver con la arrogancia del gobierno", se lamentó la activista Mary Foley. Blair "ha cometido un grave error, principalmente sobre Irak. Se daba aires presidenciales", argumentó Graeme Henderson, vicepresidente de un sindicato, quien sin embargo agregó que "sigue siendo mejor que su rival, Michael Howard. Tras conocerse los primeros sondeos a boca de urna, el ministro de Finanzas, Gordon Brown, prometió que el gobierno laborista iba a "escuchar" y "aprender".

El artífice de la política económica desde 1997, tema que fue el caballito de batalla de la campaña laborista y por el cual el laborismo salió victorioso según analistas, es señalado como el probable sucesor de Blair al puesto de primer ministro.

También anoche, el ministro británico de Relaciones Exteriores, Jack Straw, estimó que si el Partido Laborista obtenía una ventaja 60 escaños, le bastaba para "trabajar".

El próximo gobierno podrá vivir "tranquilamente" con una mayoría reducida en la Cámara de los Comunes, coincidió Clare Short, ferviente opositora a la guerra en Irak, que dimitió de su cargo de titular de Desarrollo Internacional tras la invasión.

Pero "todo el mundo está de acuerdo en un punto: habríamos obtenido un mejor resultado con otro jefe", concluyó Short.

Incluso algunos analistas consideraron que los resultados constituyen una "inmensa victoria" para un partido que ha estado ocho años en el gobierno, durante los cuales sufrió un severo desgaste por el tema Irak.

Cuando Thatcher se convirtió en primera ministra, en 1979, su Partido Conservador sólo logró una mayoría de 43 diputados.

Precisamente, del lado conservador el ex ministro de Defensa, Michael Portillo, consideró que los resultados "convierten hoy a Tony Blair en un gran ganador, al nivel de Margaret Thatcher".

Otros analistas, sin embargo, advierten que los resultados podrían afectar el alcance de la autoridad para este tercer mandato, y esto aceleraría la llegada al poder de Brown, que a nivel extraoficial se preveía a la mitad del tercer mandato.

Histórico rival de Blair dentro del laborismo, Brown es considerado el arquitecto del sostenido crecimiento de 3.1 por ciento de la economía, y es percibido por los británicos como un hombre brillante, austero, y honesto, mientras que el actual primer ministro es visto como un hombre que mintió para justificar la invasión a Irak en marzo de 2003.

Los británicos han optado por dar al Partido Laborista un "tercer mandato histórico", pero con "una mayoría reducida", dijo Blair la madrugada de este viernes.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.