Regresa tras 25 años
Dificultades de Tania Libertad durante su presentación
San Luis Potosi, SLP, 1º de mayo. La cantante Tania Libertad se reconcilió con su público hacia el final del concierto que ofreció en la Plaza Fundadores de esta capital y logró que el respetable la ovacionara de pie al entonar a capella Alfonsina y el mar, con la cual cerró su participación en el Festival de San Luis.
Con problemas de audio, mal entonada y carente de intensidad, la peruana batalló a lo largo de 18 canciones para generar espontáneos aplausos que antes fueron promovidos por su guitarrista Félix Casaverde, desde el escenario.
Y la noche del sábado, Tania Libertad antes de iniciar el espectáculo, en el que entonó 25 canciones, recordó que desde hace un cuarto de siglo no pisaba esta plaza: "Cuando llegué a vivir a México también canté en este lugar en el festival que antes se llamaba de la Primavera" y en el que -dijo- compartió escenario con Chabuca Granda y Alfredo Zitarrosa.
Vestida con un blusón verde y con seis músicos en el entarimado, la cantante inició Con este ritmo la velada ante el público potosino que abarrotó la explanada y de aquellos que se apostaron en los alrededores por no haber alcanzado lugar en las sillas ubicadas frente al escenario. Según los organizadores de la fiesta artístico-cultural estuvieron presentes alrededor de seis mil espectadores.
Tania Libertad prosiguió con un menú musical que por su baja intensidad en la voz no convencía a los asistentes. De nada sirvieron Por ti de Oscar Chávez, la rítmica Anda mareao, la de José Alfredo, Tu recuerdo y yo, y la gustada canción de Silvio Rodríguez, Ojalá.
Entre trago de agua y algo parecido al whisky, Tania Libertad prosiguió con El arrullo y la que dijo era canción de Fito Páez, Yo vengo a ofrecer mi corazón.
Y finalmente, con La maza su voz llegó al nivel óptimo, las siguientes melodías ya provocaron aplausos espontáneos de los potosinos quienes se entregaron cuando se escuchó Voy a apagar la luz, Cuando sale la luna y con el son de La bruja, Tania Libertad cerraba su programa musical.
El público aplaudió y pidió a la cantante su regreso al escenario. Con Para vivir, de Pablo Milanés, retomó el micrófono y encendió a los seis mil espectadores con Fina estampa y, finalmente, con Alfonsina y el mar, retiró el micrófono y cantó a capella. La claridad de su voz se escuchó hasta la esquina de las calles que enmarcan la Plaza Fundadores.