Exige el mandatario cubano que sea deportado para que enfrente juicio en Venezuela
Washington negará el asilo a Posada Carriles, asegura Fidel Castro
Más de un millón de personas en el tradicional mitin por el Día del Trabajo en La Habana
La Habana, 1º de mayo. Estados Unidos negará el asilo a Luis Posada Carriles, el confeso promotor de atentados contra objetivos cubanos, afirmó hoy el presidente Fidel Castro, citando al senador estadunidense Norman Coleman.
Sin embargo, el líder cubano reclamó una vez más que Posada sea detenido en Estados Unidos y deportado para enfrentar juicio en Venezuela, de donde se fugó en 1985 cuando era procesado por el sabotaje en 1976 a un avión civil cubano, en el que murieron sus 73 ocupantes.
La suerte de Posada centró el tradicional mitin de esta fecha en la Plaza de la Revolución, en cuya explanada y calles adyacentes se reunieron más de un millón 300 mil personas, según el propio Castro.
El líder cubano leyó en la tribuna una carta que, según dijo, fue enviada "recientemente" por Coleman a un destinatario que no identificó.
El Departamento de Seguridad Interior (DHS) de Estados Unidos confirmó que un abogado pidió asilo para Posada Carriles, quien sin embargo "no es elegible" para ese beneficio, "debido a los actos pasados de terrorismo que tiene, los cuales él mismo ha admitido que planeó y llevó a cabo", señaló el texto leído por Castro.
Según la misma carta, el DHS no puede confirmar que Posada haya ingresado a Estados Unidos, pero "ha alertado a las principales agencias encargadas de implementar la ley, de su posible presencia".
"Si fuera encontrado, Carriles puede enfrentar una deportación inmediata de los Estados Unidos por sus pasadas actividades terroristas", añadió el texto.
Coleman, republicano por Minnesota, es presidente del Subcomité de Relaciones Exteriores del Senado para el Hemisferio Occidental.
Castro sostiene que Posada, tras ser indultado en agosto pasado en Panamá, donde cumplía una condena derivada del intento de asesinato del presidente cubano en ese país, viajó de Centroamérica a Estados Unidos en marzo último, en un barco que estuvo dos días encallado en Isla Mujeres.
Esta vez no pidió, como en semanas anteriores, que el presidente Vicente Fox informe sobre el posible tránsito de Posada por territorio mexicano.
Como acostumbra en sus intervenciones por televisión, Castro alternó en la tribuna la lectura de un discurso, de reportes de prensa y de otros documentos, con sus propios comentarios improvisados.
El mandatario consideró que El Salvador podría también rechazar el asilo y que el destino final de Posada "dependerá de las presiones que ejerza el Departamento de Estado" estadunidense.
El caso es una "papa caliente" y "no la dejaremos enfriar", añadió.
Con distintos enfoques, desde la tribuna respaldaron el alegato de Castro el cantautor Silvio Rodríguez, el ex presidente de Nicaragua Daniel Ortega, el líder opositor salvadoreño Schafick Jorge Handal, el presidente del Parlamento venezolano Nicolás Maduro y el economista argentino Atilio Borón.
También hablaron en la misma línea el estadunidense Robert Marsh, pareja de una de las víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001, y el italiano Giustino di Celmo, padre del empresario que murió aquí en 1997 en un atentado en el hotel Copacabana, que reivindicó Posada.
Además de los oradores, en la primera fila de la tribuna principal estuvo el líder cocalero boliviano Evo Morales.
La multitud fue movilizada en cientos de autobuses desde distintos puntos de la ciudad y de la vecina Provincia La Habana, en caravanas que arrancaron hacia las diez de la noche del sábado y se intensificaron en la madrugada, para dejar a los contingentes en su sitio a las 6 de la mañana, casi dos horas antes de que empezara el mitin.