467 mil personas padecen este mal o son débiles visuales en el país, señala
La ceguera es la segunda causa de discapacidad en México: INEGI
Más de la mitad de los afectados de entre 6 y 29 años no asiste a la escuela, agrega
Lamenta Conapred falta de apoyo del gobierno a los discapacitados para estudiar o trabajar
Considerada por organismos internacionales como la segunda discapacidad más inhabilitante, la ceguera o debilidad visual afecta a 467 mil personas en México. Pese al subregistro de casos que señalan investigadores y especialistas, también es considerada como la segunda causa de discapacidad en nuestro país.
Si bien la población más afectada son adultos y ancianos, 17.2 por ciento de quienes padecen discapacidad visual en México son menores de 30 años; 33 por ciento tiene entre 30 y 59 años de edad, mientras que 48.8 por ciento es mayor de 60 años, ya que las causas principales son edad avanzada y enfermedades, con 33 por ciento de los casos, respectivamente; 12.4 por ciento por accidentes y 11.2 por males congénitos.
De acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), 58.4 por ciento no cuenta con acceso a los servicios de salud, mientras que sólo 21.1 por ciento de la población rural afectada es derechohabiente de alguna institución de salud, contra un promedio de 51.4 por ciento en las zonas urbanas.
Discapacidad
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que cerca de 600 millones de personas en el mundo sufren alguna discapacidad visual, mental, motriz, auditiva o de lenguaje.
Se estima que 80 por ciento vive en países pobres sin acceso a servicios médicos o de rehabilitación y, pese a la existencia de normas jurídicas internacionales que prohíben cualquier forma de discriminación o exclusión, la mayoría carece de formación educativa y laboral debido a las escasas oportunidades de desarrollo para este sector de la población.
La principal preocupación de las personas que sufren alguna discapacidad, agrega, "es sobrevivir y satisfacer necesidades básicas, como alimentación y vivienda, especialmente cuando padecen discapacidades graves o múltiples".
En su 58 Asamblea Mundial de la Salud, convocada a principios de abril, destaca que el número de personas con discapacidad es cada vez mayor debido al aumento de factores como: heridas de guerra, minas terrestres, VIH/sida, desnutrición, enfermedades crónicas, abuso de drogas, accidentes y degradación del medio ambiente.
A ellas se suman, como principales causas de discapacidad, la pobreza extrema, el envejecimiento de la población y la violencia social, así como algunos avances médicos que prolongan la vida, pero dejan secuelas graves en la salud de los pacientes, lo que genera una "exigencia excesiva para los servicios de salud y rehabilitación".
En México, cifras oficiales indican que un millón 795 mil personas, es decir, 1.8 por ciento de la población nacional, tiene alguna discapacidad, pese a que estimaciones internacionales señalan que al menos 10 por ciento puede estar afectado por alguna limitación física.
De acuerdo con datos del INEGI, 45.3 por ciento de esta población tiene discapacidad motriz, 26 por ciento visual; 16.1 mental; 15.7 auditiva; y 4.9 por ciento del lenguaje. De ellos 52.6 por ciento son hombres y 47.4 por ciento mujeres.
En su mayoría, 72.6 por ciento, habitan en zonas urbanas, mientras que 27.4 por ciento en zonas rurales. Las principales causas de discapacidad en nuestro país son las enfermedades, con 31.6 por ciento de los casos; 22.7 por edad avanzada; 19.4 debido a males congénitos; y 17.7 por ciento como consecuencia de algún accidente.
Visión integral
Amalia Gamio Ríos, coordinadora del programa de la presidencia del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) para las personas con discapacidad, señala que uno de los avances más relevantes en la lucha contra la discriminación es la tendencia internacional a "desmedicalizar" la discapacidad y "asumir que va mucho más allá de un problema de salud".
Organismos internacionales como Naciones Unidas, afirmó, han iniciado un proceso para asumir la discapacidad con una visión integral y transmitir un mensaje "muy claro a la sociedad para que asuma que es parte del problema, ya que la integración de las personas con discapacidad no sólo depende de su atención médica o rehabilitación, sino de las oportunidades educativas y laborales a que tengan acceso".
Al respecto, la OMS destaca que asegurar la igualdad de oportunidades y la promoción de los derechos humanos de las personas con discapacidad, especialmente los pobres, debe ser una prioridad para los estados, ya que las directrices para garantizar su acceso a la salud, educación, trabajo y participación social, aprobadas por la Asamblea General de Naciones Unidas en diciembre de 1993, establecen la responsabilidad de las naciones de prestar atención médica "eficaz" a las personas con discapacidad.
La prestación de servicios de rehabilitación, "a fin de que logren alcanzar y mantener un nivel óptimo de autonomía y movilidad", también es una obligación, así como velar por el establecimiento y la prestación de servicios de apoyo para ayudar a aumentar su nivel de autonomía en la vida cotidiana y a ejercer sus derechos.
Educación y empleo
Gamio Ríos señala que la falta de apoyo por parte del estado para que las personas con discapacidad puedan acceder a una adecuada formación educativa y laboral "es el principal obstáculo para su desarrollo".
Agregó que en el caso de las personas ciegas o débiles visuales "no se tienen que hacer grandes inversiones para garantizar una educación incluyente que les permita asistir a escuelas regulares y contar con profesores de apoyo debidamente capacitados, a fin de asegurar una mejor inserción laboral en un futuro".
Al respecto, INEGI señala que 51.7 por ciento de la población con discapacidad visual de 6 a 29 años de edad no asiste a la escuela, mientras que 32.2 por ciento del total de las personas ciegas o débiles visuales en México es analfabeta.
Los resultados censales indican que a medida que aumenta la edad disminuye la posibilidad de continuar con una instrucción académica, pues a pesar de que 83.6 por ciento de los menores entre 6 y 9 años asiste a la escuela, sólo 41.7 por ciento de los adolescentes entre 15 y 19 años sigue estudiando, mientras que 6.5 por ciento de la población entre 25 y 29 años se encuentra en las aulas.
El abandono escolar por falta de recursos económicos y la necesidad de trabajar, es uno de los factores más frecuentes para que las personas con discapacidad no alcancen mejores logros educativos, ya que apenas 6.8 por ciento de esta población logró concluir la educación básica, 5.3 por ciento tenía educación media superior y 3.9 por ciento superior o posgrado.
En el campo laboral 32 por ciento de las personas ciegas o débiles visuales mayores de 12 años en México se encuentran económicamente activos. Sin embargo, la distribución del empleo por género señala que existe una disparidad en el número de puestos de trabajo otorgados a los hombres, quienes tienen una participación laboral casi tres veces superior que la de las mujeres.
Las actividades laborales que realizan indican que sólo 1.9 por ciento son profesionistas; 2.2 técnicos especializados; 1.2 funcionarios públicos y gerentes del sector privado; 5 por ciento oficinistas; 5.3 trabajadores domésticos; 6 por ciento empleados en servicios; 16. 6 vendedores dependientes y ambulantes; 19.2 obreros y artesanos; y 26.6 por ciento agricultores.
Por lo que respecta a su posición laboral, 42 por ciento son empleados u obreros; 34.9 trabaja por su cuenta; 10.8 son jornaleros y 6.6 por ciento es considerado trabajador sin pago, mientras que sólo 2.2 por ciento es patrón.
Ello se relaciona con el hecho de que 24.3 por ciento de quienes padecen una discapacidad visual y cuentan con un empleo perciben menos de un salario mínimo; 27.5 de uno a dos salarios; y 4.2 por ciento de cinco a diez salarios.