"No hay capacidad para enfrentar enfermedades complejas"

El SP, un fraude en materia de atención médica, señala investigador de la UAM

BERTHA TERESA RAMIREZ

Gustavo Leal Fernández, estudioso del sistema nacional de salud e investigador de tiempo completo en la Universidad Autónoma Metropolitana Xochimilco, señaló que el Seguro Popular (SP) que el gobierno federal quiere imponer en el Distrito Federal constituye un fraude en materia de atención médica, un agravio para los que votaron por el cambio, un peligro para los pacientes y un riesgo fiscal.

En entrevista, retó al presidente Vicente Fox y al secretario de Salud, Julio Frenk, a que den a conocer cuáles de las 154 intervenciones médicas que ofrece el seguro atienden realmente a lo que enferma y mata a los mexicanos. Indicó que todas éstas no sólo ya estaban incluidas en el programa Progresa que se puso en marcha durante el sexenio de Ernesto Zedillo, y posteriormente en el de Oportunidades, sino que todas ellas tienen un carácter básicamente preventivo.

Qué clase de seguro para la salud puede ser éste si en el caso de que usted se enferme de algo complejo no va a encontrar capacidad de respuesta, "es como si yo digo que compro un seguro de automóvil por si se me poncha una llanta o me hace falta anticongelante".

Con el Seguro Popular se ofrece que se va a cubrir un robo o un riesgo a terceros cuando en verdad lo único que puede hacer es darnos anticongelante o servirnos para cambiar una llanta, agregó.

Indicó que por otra parte el Seguro Popular tiene un gran problema en lo que se refiere a la calidad de la infraestructura en donde se atiende "a los ingenuos que han comprado esta póliza, que sólo son 6 por ciento, porque el propio actuario reconoce que hasta 94 por ciento está siendo subsidiado".

Explicó que de esta manera, cuando llegan a la red del sistema de salud público para atenderse, "lo que encuentran es una demanda total donde hay pacientes de Progresa, Oportunidades y ahora del Seguro Popular; los médicos y enfermeras están rebasados, no tienen incentivos y tampoco hay medicamentos para atenderlos".

A pesar de ello, dice, Marta Sahagún señala que la credencial del Seguro Popular los empodera, y tras cuestionar qué empoderamiento les puede dar, responde: "No les da absolutamente ningún empoderamiento, pero lo que sí va a generar es un problema muy serio porque el personal médico va a recibir el reclamo directo de aquellos que compraron el seguro y que están esperando una buena atención".

Indicó que la Secretaría de Salud federal ha estado presumiendo que cuenta con más de 2 mil 600 unidades médicas; sin embargo, "dicen que sólo dos de ellas son de alta especialidad médica".

Si se revisa como están operando los consultorios a población abierta que conocemos como centros de salud rurales y urbanos, se podrá observar que estos están siendo apoyados por médicos pasantes que están haciendo el servicio social y en algunos hospitales por los internos de pregrado; "el sistema no tiene la capacidad de responder a la oferta demagógica que vende Frenk; sin embargo, va a generar muchos problemas", insistió.

Las cifras son escandalosas, agregó el especialista al referirse a las informaciones que apenas hace unos días dio a conocer el actuario Francisco Ortiz respecto del presupuesto con el que cuenta el Seguro Popular.

Indicó que Ortiz dijo que "el Seguro Popular cuenta con 8 mil millones de pesos, más 500 millones de pesos, que evidentemente deben ser del fondo del fideicomiso de las tabacaleras, un peso por cajetilla, más 3 mil 500 millones de pesos de la aprobación de las entidades federativas".

Indicó que esto es muy grave porque quiere decir que los estados van a tener que distraer 3 mil 500 millones de pesos, por lo que habría que preguntarle a los secretarios de Finanzas de las entidades de dónde van a sacar los 3 mil 500 millones de pesos.