Carta de Juan Pueblo a Vega Memije
Señor Carlos Javier Vega Memije.
Subprocurador de Investigación Especializada en Delitos Federales.
Presente.
Mi nombre es Juan y mi apellido es Pueblo. No tuve la suerte de estudiar leyes en la Escuela Libre de Derecho, donde según usted se forman muy buenos abogados, como es el caso de los que ejercen esta profesión y están afiliados al Partido Acción Nacional. Es una pena que el licenciado y general Macedo de la Concha sea egresado de la UNAM, pues con ello no califica, en su fundamentada opinión, como buen abogado. Y usted ¿dónde estudió? Sé que fue secretario particular de López Portillo, puesto del que yo no me sentiría orgulloso; que también fue secretario de Gobierno en Guerrero, cuando José Francisco Ruiz Massieu era uno más de los gobernadores corruptos de ese estado. Posteriormente fue colaborador de Espinosa Villarreal, sospechoso de buena cantidad de ilícitos antes y durante su cargo como jefe del Departamento del Distrito Federal.
Pero al margen de su carrera política, señor Vega, me ha llamado la atención que usted diga que el 7 de abril la Cámara de Diputados, al quitarle el fuero al jefe de Gobierno del Distrito Federal, lo destituyó. Consulté con cuidado la Constitu-ción Política de los Estados Unidos Mexicanos, y en el artículo 74, sobre las facultades exclusivas de la Cámara de Diputados, fracción V, leí que esta representación puede declarar si ha o no lugar a proceder penalmente contra los servidores públicos que hubieren incurrido en delito en los términos del artículo 111 de esta Constitución. Dice esta fracción que, además, la Cámara de Diputados puede fungir como órgano de acusación en los juicios políticos que contra los servidores públicos se instauren.
Movido por la curiosidad, me remití al artículo 111 de nuestro texto constitucional y leí que para proceder penalmente contra el jefe de Gobierno del Distrito Federal, la Cámara de Diputados declarará por mayoría absoluta de sus miembros presentes en sesión si ha o no lugar a proceder contra el inculpado. Pero, señor Vega, no encontré en todo el artículo 74 que la Cámara de Diputados tenga la facultad de destituir al jefe de Gobierno del Distrito Federal. ¿Será porque no sólo no soy abogado, sino que tampoco estudié en la Libre de Derecho?
Según la nota de Jesús Aranda y Alfredo Méndez, en La Jornada del 26 de abril, usted ha hecho una invitación abierta a los ciudadanos, y a mí en particular, para que presentemos una denuncia formal si nos sentimos afectados por los actos de gobierno que ejecute Andrés Manuel López Obrador a partir de que regresó a su cargo el lunes 25 de abril.
¿Quién lo entiende, señor licenciado Vega Memije? Si acaso tuviera algo que denunciar contra López Obrador, ¿no lo estaría reconociendo como jefe de Gobierno del Distrito Federal, que según usted no es, puesto que la Cámara de Diputados lo destituyó? Si un funcionario público está destituido, ¿cómo puedo presentar cargos contra él como funcionario público? Pienso que más bien es usted, si acaso está en sus atribuciones, acusarlo de usurpación de funciones por ocupar un cargo que, en su letrada opinión, no le corresponde, ya que, otra vez según usted, fue destituido por la Cámara de Diputados. Es más, si somos rigurosos, usted deberá solicitar que le quiten el fuero a los 360 diputados federales por haber destituido al jefe de Gobierno del Distrito Federal sin que en sus funciones y atribuciones constitucionales esté contemplada esa facultad. ¿No es usted el representante del pueblo para la investigación especializada de delitos federales, en este caso de los diputados federales y no sólo del jefe de Gobierno?
Me parece recordar que el 8 de abril, después de la "destitución" de López Obrador por la Cámara de Diputados, el presidente de ésta, el licenciado (¿en derecho?) Manlio Fabio Beltrones Rivera, declaró que el desafuero no significaba que perdiera el cargo. Usted insiste en decir que sí lo perdió, por lo que creo que, por coherencia, deberá actuar como le corresponde de acuerdo con sus funciones o renunciar a su cargo por incompetente, pues no bastaría un "ustedes disculpen".
Yo entiendo que el presidente Fox, quien no estudió derecho, se equivoque al calificar de ejemplar la farsa en la Cámara de Diputados sobre el desafuero. Estamos acostumbrados a sus equivocaciones, pero usted sí es abogado, seguramente de los buenos, por lo que equivocarse en su materia sería de mayor responsabilidad, por lo menos ante su jefe inmediato (pese a que estudió en la UNAM), quien, por cierto, no parece coincidir en todo con sus declaraciones.
Quisiera decir, como despedida, que soy su atento y seguro servidor, pero no le daré ese gusto. Simplemente soy Juan Pueblo, y no pienso hacerle el juego ni avalar su incompetencia como abogado. Las denuncias que tenga que hacer contra López Obrador y las órdenes de su captura que tenga que dictar, hágalas, no pierda el tiempo haciendo declaraciones contradictorias.
P.D. Señor procurador, Juan Pueblo le agradece su renuncia.