Publican en español Poca luz, primera novela del poeta y fotógrafo belga
La realidad de los indígenas es más honda y adversa de lo que se cree: Ivan Alechine
Editado por Aldus, el libro será presentado este jueves en la Casa de Francia
El artista anuncia nuevo poemario con la inclusión de tres grabados de su padre, Pierre Alechinsky
Ampliar la imagen Ivan Alechine durante la entrevista con La Jornada, a la derecha: A la orilla de Wilikuta, una de las im�nes captadas por el escritor FOTOS Guillermo Sologuren e Ivan Alechine
El poeta y fotógrafo Ivan Alechine (Bélgica, 1952) llegó a México por primera vez a principios de los años 80 motivado por sus lazos familiares con el pintor Alberto Gironella y por la curiosidad de conocer lo planteado en los libros del antropólogo Carlos Castaneda.
Antecedido por personajes como Antonin Artaud y Benjamín Peret, Alechine buscaba algo diferente con ''el peyote y las cosas de magia''.
Al trasladarse a la sierra huichola, sin embargo, encontró una realidad muy diferente a la de sus lecturas.
Inclusive, en la primera novela de Alechine, Poca luz (2001), ahora publicada en español por Editorial Aldus, se manifiestan las enseñanzas de Castaneda, el llamado gurú de la generación hippie.
El volumen, cuyo título en francés Les voleurs de pauvres (Los ladrones de los pobres) nunca gustó a su autor -después supo que Poca luz es el nombre del ciego de la película Los olvidados, de Luis Buñuel-, será presentado por Humberto Fernández, Jorge Zerecero y el propio Alechine mañana a las 20 horas en la Casa de Francia (Havre 15, Zona Rosa). Habrá otra presentación el 20 de mayo en el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO).
Castaneda, ''escritor de ficción''
Al entrevistado le costó ''unos años'' entender que Castaneda es un ''escritor de ficción''. En eso le ayudó la actriz Ofelia Medina, a quien conoció recién llegado a México, donde regresó en varias ocasiones. En 1990, explica, Medina ''me convenció que hay mucho que hacer con los indígenas, que no tiene nada que ver con estas ficciones de tipo Hollywood, sino con vacunas, ayuda en la protección de su territorio, y que hay una lucha muy intensa del mundo moderno en contra de ellos''.
Para Alechine, el de Carlos Castaneda es un camino falso que tomaron muchos de su generación en los años 70: ''Nos equivocamos mucho con esos libros, porque la realidad no es de cosas de poder como se dice y de cambiar de personalidad, de ser un lobo a veces, estas cosas de magia, tipo Hollywood.
''No, la realidad de los indígenas es que la cerveza sí entra con los camiones, las presas inundan sus tierras, que todavía no es permitido hablar en huichol o zapoteco o mixteco o mixe en la radio mexicana, que no hay servicio social para ellos, que las carreteras nada más ayudan a podrir su situación, más bien ellos bajan a las ciudades para encontrar trabajos feos, por ejemplo, en los campos de tabaco, donde muchos huicholes se mueren en la costa nayarita.''
En palabras de Claude Levi-Strauss, Poca luz se trata de ''una novela etnográfica donde la literatura permite acceder a lo real verdadero y a su más profunda comprensión''. También pretende mostrar que uno, aunque se equivoque, siempre puede cambiar. En cada capítulo el narrador de nombre Imán aprende algo más, a la manera de ''un Charlie Chaplin, medio tonto, pero cuyo no conocimiento le ayuda para progresar''.
Alechine es de la idea de que los poetas y los escritores no tienen por qué quedarse en su torre de marfil y llorar cómo va mal el país. Después de sus primeros viajes a México, al regresar a París el poeta se iba a las redacciones de los periódicos con sus escritos sobre lo visto aquí. Como no le hacían caso, de nuevo en México, en 1992, decidió tomar fotografías.
Inclusive trabajó tres años con la revista México desconocido. Estuvo varios meses en los Chimalapas para tomar fotos de la selva, del saqueo de la madera que, por tanto, mata las raíces no nada más de los árboles, sino de una ''fuente de información independiente''. También estuvo en la sierra mazateca.
En noviembre, Ivan Alechine retomará la poesía, pues publicará el poemario Tapis et caries que, por primera ocasión, incluirá tres grabados de su padre, Pierre Alechinsky.