Se divide la fracción tricolor ante la propuesta del exonerado Ricardo Aldana
Avalan senadores priístas régimen fiscal de Pemex que favorece a trasnacionales
Después de más de dos horas de ríspida discusión a puerta cerrada, la fracción del PRI en el Senado decidió respaldar la propuesta que a última hora presentó Ricardo Aldana en torno al nuevo régimen fiscal de Pemex. A decir de Laura Alicia Garza Galindo y Manuel Bartlett Díaz, esto significa avalar un sistema tributario de excepción "para beneficiar a las trasnacionales".
Aldana, tesorero del sindicato petrolero al que los diputados del PRI salvaron de ser desaforado por su participación en el Pemexgate, logró echar por tierra el esfuerzo que por más de cinco meses llevó a cabo un grupo de senadores priístas, con Garza Galindo a la cabeza, para que Pemex pueda contar con mayores recursos para modernizarse sin tener que recurrir a la inversión privada extranjera y sin lesionar las finanzas públicas.
Aunque es de sobra conocido que la propuesta de Aldana la elaboró la dirección de Pemex y él mismo lo reconoció en otras reuniones con miembros de su bancada, ayer 24 senadores del PRI votaron en favor de ese proyecto, 16 lo hicieron en contra y cuatro se abstuvieron, durante una plenaria en la que el coordinador de la fracción, Enrique Jackson Ramírez, se opuso a que se votara por cédula, como planteó un legislador, quien pretendía así que se sufragara sin presiones.
De manera paralela a la plenaria, ayer las comisiones de Hacienda y de Energía, que presiden los panistas Fauzi Hamdan y Jorge Nordhausen, se reunieron con funcionarios hacendarios y de Pemex, quienes presentaron como suyo el mismo proyecto que el senador Aldana discutía con sus compañeros priístas.
Pese a que el aval de la mayoría de senadores del PRI abre el camino para que entre hoy y mañana pudiera aprobarse el nuevo régimen fiscal de Pemex y el propio Jackson declaró que saldrá adelante en este periodo, el panista Hamdan lo puso en duda. Sostuvo que tal vez tengan que llevarlo también al periodo extraordinario.
Ello se debe a que ayer mismo hubo discrepancias entre las autoridades de Pemex y de la Secretaría de Hacienda. El subsecretario Rubén Aguirre expresó su desacuerdo, ya que la propuesta de la paraestatal, que Aldana llevó como suya, otros 8 mil millones de pesos al erario.
El perredista Antonio Soto, quien estuvo presente en esa reunión de comisiones unidas, relató que hubo discrepancias entre Aguirre y Juan José Suárez Coppel, director corporativo de Finanzas de la paraestatal, ya que el primero expuso que eso "generará un boquete" a los ingresos de Hacienda.
Mayor discusión hubo, sin embargo, en la plenaria que los senadores del PRI llevaron a cabo para definir su postura. Es un tema que habían discutido en varias ocasiones, pero dividió a los legisladores después de que Aldana presentó una nueva propuesta, la cual de inmediato se supo que no era suya, sino de la dirección de Pemex.
Tanto Bartlett como Garza Galindo, así como Dulce María Sauri y David Jiménez defendieron el proyecto en el que trabajaron desde diciembre, luego de que decidieron rechazar la minuta que les remitió la Cámara de Diputados, al descubrir que no se proponía fortalecer a Pemex, sino beneficiar a las empresas privadas, fundamentalmente trasnacionales, que explotan ya el gas natural.
La propuesta la presentó Garza Galindo ante el pleno en marzo y comenzó luego a consensuarla con la que el PRD elaboró. Se logró el consenso en torno a un proyecto que da mayores recursos a Pemex, a la cual se dejan libres de impuesto 8 dólares por cada barril de petróleo, cantidad que, de acuerdo con cifras de la propia paraestatal, le permite realizar todas sus operaciones para fortalecerse y recuperar al ciento por ciento sus reservas.
Aldana presentó la propuesta de Pemex y varió las cifras. Disminuyó de 8 a 6.5 dólares por barril de petróleo los recursos para la paraestatal, pero además sujeto a un esquema de deducibilidad, es decir, unos rubros se podrán deducir de impuestos y otros no. Entre ellos el de mantenimiento al ciento por ciento, seguido luego del gasto corporativo.
"Eso significa que volvemos a quedar en lo mismo, que no habrá autonomía financiera para Pemex, porque será Hacienda la que decida qué rubros son deducibles", argumentó Bartlett. La respuesta de Genaro Borrego, quien fue uno de los defensores de Aldana, fue que ello obligará a la paraestatal a ser más eficiente.
En la propuesta de Aldana había incluso un artículo transitorio en el cual se señalaba que la Secretaría de Hacienda podría aprobar proyectos especiales de Pemex y establecer para ellos el régimen tributario.
"Esa sí era una puerta bien abierta a la privatización; logramos que se eliminara y espero que no vayan a jugarnos chueco y aparezca en el dictamen", comentó el senador Carlos Rojas Gutiérrez.
En entrevista, Garza Galindo comentó que es lamentable que parte de sus compañeros decidieran avalar un proyecto que abre la puerta a la creación del Pemex paralelo que siempre ha querido tener el gobierno de Vicente Fox.
Dijo que no entiende cómo Aldana impulsó un proyecto que quitará plazas al sindicato petrolero, ya que las empresas trasnacionales, a las que se dará contratos de riesgo, traen su propio personal.