Lamentable, la epidemia de desintegración que se expandió en el país, señala en su informe
La desaparición de la URSS fue la mayor catástrofe geopolítica del siglo XX: Putin
Rusia tiene derecho a decidir etapas, plazos y ritmo de su avance hacia la democracia, dice
Ampliar la imagen El presidente ruso Vladimir Putin durante su informe anual en el Kremlin, ayer FOTO Ap
Moscu, 25 de abril. La desaparición de la Unión Soviética fue "la mayor catástrofe geopolítica del siglo XX", afirmó hoy el presidente ruso, Vladimir Putin, y "para el pueblo ruso se tradujo en un verdadero drama. Decenas de millones de nuestros compatriotas se quedaron fuera del territorio ruso y, por si fuera poco, la epidemia de la desintegración se expandió al interior de Rusia".
Y agregó: "Se devaluaron los ahorros de la población, se destruyeron los viejos ideales, muchas instituciones desaparecieron o se reformaron de manera precipitada. Se violó la integridad territorial del país mediante una intervención terrorista y la consiguiente capitulación de Jasavyurt (en alusión a la derrota federal en la primera guerra ruso-chechena). Grupos oligárquicos que ejercían un control ilimitado sobre los medios de comunicación favorecían sólo sus intereses corporativos. La miseria generalizada empezó a considerarse algo habitual e inevitable. Y todo esto se acompañó de una prolongada crisis económica, finanzas inestables, parálisis en la política social".
Por primera vez en los cinco años que lleva al frente del Kremlin, Putin tomó prestado el discurso de la oposición de izquierda al definir la etapa de gobierno de Boris Yeltsin, sin nombrarlo para nada y sin el menor viso de autocrítica, aunque tendría motivos por haber sido jefe de los servicios de seguridad, primer ministro y sucesor designado del responsable de esa "catástrofe".
El mandatario ruso habló en esos duros términos ante los miembros de las dos Cámaras del Parlamento local, reunidos en sesión conjunta para escuchar el ya tradicional Mensaje Anual, equivalente al informe presidencial en México.
Lo hizo no tanto para fincar responsabilidades a Yeltsin como para ensalzar su propia gestión, más aún que en Rusia ahora es el Kremlin el que ejerce un control ilimitado sobre los medios de comunicación electrónicos y la coyuntura económica no puede ser más favorable por los desmesurados precios internacionales del petróleo.
En respuesta a las críticas internacionales sobre la tendencia autoritaria que marca su política, Putin defendió "el derecho de Rusia a decidir por sí misma las etapas, plazos y ritmo de su avance hacia la democracia" y, dijo, "somos un país libre cuyo lugar en el mundo contemporáneo va a depender únicamente de qué tan fuertes y exitosos lleguemos a ser".
En el plano interno, el presidente ruso trató de infundir confianza a los inversionistas y ofreció una suerte de amnistía parcial a los capitales que sean repatriados de los paraísos fiscales, sugiriendo aplicar un impuesto simplificado de 13 por ciento sobre todos los ingresos no declarados, siempre y cuando no tengan un "origen criminal", lo que -le faltó añadir- determinarían las autoridades rusas de modo selectivo.
Como mensaje tranquilizador a la elite empresarial, Putin reiteró su propuesta de reducir de 10 a tres años el plazo para considerar irrevocable cualquier caso de privatización, aunque en la práctica ello va a beneficiar sólo a los magnates que siguen alineados con el Kremlin.
El jefe del Ejecutivo ruso también arremetió contra sus subordinados: "Una parte de la burocracia, tanto a nivel federal como regional, ha aprendido a utilizar la estabilidad alcanzada en beneficio personal, (...) al tiempo que algunas dependencias gubernamentales de plano extorsionan a los empresarios".
Remató: "Los servidores públicos a veces se comportan como una casta que convierte sus obligaciones en una modalidad de negocio, pero no entra en nuestros planes entregar el poder a una burocracia ineficiente y corrupta."
A unos días de que el juez dicte la sentencia a Mijail Jodorkovsky, el magnate petrolero caído en desgracia por motivos políticos, Putin compartió con los legisladores esta reflexión: "Los órganos fiscales deben intervenir ante cualquier violación de la ley. Al mismo tiempo, hay que encontrar formas de pago de impuestos acumulados en años anteriores, que satisfagan los intereses del Estado, pero no destruyan la economía y encierren en un callejón sin salida a las empresas".
Casualmente, en un artículo para un periódico estadunidense, uno de los mediadores extranjeros en el caso de la petrolera Yukos reiteró hoy que Jodorkovsky, poco después de ser encarcelado en octubre de 2003, ofreció pagar con sus acciones todas las reclamaciones fiscales.
El Kremlin nunca dio una respuesta y al final se quedó con la petrolera completa, mientras el fiscal pidió para Jodorkovsky 10 años de cárcel.