¿LA FIESTA EN PAZ?
Arrimarse, ¿para qué?
''"TODAVIA NO ME explico -comentaba un aficionado al concluir la más reciente corrida en la plaza La Florecita, de Ciudad Satélite y, por el ganado que allí se está lidiando, la más seria de todo el país- cómo es que el matador Humberto Flores, uno de los triunfadores de la pasada temporada en la Plaza México al cortar tres orejas, no fue contratado para Aguascalientes.
"¿QUE ESPECTÁCULOS TAURINOS de México, SA -se preguntó-, la poco imaginativa propietaria de las dos plazas de aquella ciudad, no tiene un veedor de toreros que informe de los avances técnicos y artísticos que muestran los diestros en la plazota? ¿De qué privilegios goza un júnior sobreprotegido como El hijo de El Capea para ser incluido en esta feria taurina de San Marcos, luego de su histórico fiasco en la degradada Monumental de Insurgentes la tarde de su confirmación?"
PUES ALLI TIENES la explicación a tu inquietud -le dije. Mientras Humberto Flores y otros como él se sigan arrimando y triunfando donde se presenten, resultarán alternantes por demás incómodos e indeseables para nuestros figurines, empeñados en sostenerse sin enfrentar una verdadera competencia. Por estúpido que parezca, en su torerismo y entrega llevan su penitencia.
SI EL PASTEL que antes fue de tres con imán de taquilla ahora se lo reparten calmudamente entre cinco sin imán -Eloy, Miguel, Jorge, El Zotoluco y Ortega-, en una competencia ficticia, con ganado cómodo y en las plazas más importantes del país, el resto de la torería, la que vale, se entiende, ya sabrá si se arrima o no, que para pelearle las palmas, en serio, a los dizque encumbrados, no hay para cuando, en esa absurda e inexcusable política seudopromocional del duopolio taurino.
¿"PERO ENTONCES QUE criterios aplicaron los planeadores del señor Bailleres para dejar fuera del serial aguascalentense a determinados toreros e incluir a otros? -volvió a inquirir indignado-, y remató: Carajo, qué concepto más pobre de una fiesta de toros apasionante y de lo que debe ser la competencia verdaderamente atractiva, en esta crisis taurina autoprovocada con premeditación y fines inconfesables. Santo patrono de los colonizados, si existes, ilumina a algunas mentalidades mexicanas que por adorarte tanto han perdido la fe en sus compatriotas toreros. Por desgracia, Páez, hay en México más espíritu y vocación toreros que talento empresarial."
EN DESCARGO DE tantos diestros españoles que siguen viniendo a hacer la América, gracias a la endémica postración de empresarios, ganaderos, matadores y crítica especializada en alcahuetear, el talento sin fronteras del espléndido pintor Miquel Barceló (Mallorca, 1957), cuya obra expone actualmente el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey. Entre su deslumbrante manejo de la luz, las sombras y el viento, dos bellísimos cuadros de intensa taurinidad realizados en 1990: La cuadrilla, con una difuminada vista aérea de la Monumental de Barcelona, y En las tablas, con unos mágicos trazos que insinúan las siluetas de un toro y un torero en una suerte indefinida. ¡Vaya diferencia entre unos artesanos de luces y la lucidez magnífica de este artista!