ELOGIOS Y HEREJIAS
Canción para leer en silencio
AY, Peje,
quieren que el pueblo se deje,
ay, Peje,
y que del tejemaneje
ni se enoje ni se queje,
ay, Peje.
No faltará quién de hereje,
ay, Peje,
te acuse, mas te protege
la Virgen de Guadalupe,
según supe,
y esperemos que te aúpe,
Andrés Manuel,
tu México siempre fiel.
López Obrador, te digo
que aunque pudieran contigo
no podrán.
Contra el propio tejabán
catapulta el enemigo
sus proyectiles, tan tan.
Tan tan, pero aquí no acaba
la canción
que sus destrezas alaba
en no dar con ton ni son
convincentes ni por yerro
(aplican a sangre y hierro
sus turbias legalidades
ilegítimas y al Hades
me temo irán a parar,
y todo porque sin par
te miran, ¡felicidades!).
Tan tan y aquí se termina
este elogio verdadero.
Bájense de su vitrina
y dense un baño postrero
de pueblo, que la Catrina
de toda cifra hace cero
y anda cerca la ladina.
-Tan tan.
-¿Quién es?
es la indina
buscando su desafuero.