Circulan en el mundo 650 millones de unidades
Niños y mujeres, principales víctimas de la proliferación de armas cortas: AI
El incremento en la producción y comercialización de armas cortas en el mundo generó mayores niveles de violencia hacia mujeres y niños, pues se estima que de las 650 millones de armas que circulan en el planeta, 60 por ciento están en manos de hombres civiles, lo que triplica el riesgo de que una mujer sea asesinada por su esposo o compañero.
Un informe de Amnistía Internacional (AI) sobre los efectos de las armas en la vida de las mujeres, difundido en enero pasado, señala que el riesgo de que un miembro de la familia sea asesinado se incrementa en 41 por ciento cuando la familia tiene acceso a armas cortas como revólveres, pistolas automáticas, carabinas, rifles de asalto y ametralladoras.
Agrega que en el mundo un número cada vez mayor de mujeres y niñas sufren "violencia armada directa e indirecta, por lo que se eleva el riesgo de ser víctima de diversos crímenes debido a su género, como violencia intrafamiliar y violación". La violencia "desproporcionada" que afecta a las mujeres es más evidente si se considera que "casi nunca son compradoras, propietarias o usuarias de dichas armas".
Los homicidios cometidos en el ámbito familiar, señala el informe de AI, "son la única categoría en la que el número de víctimas femeninas supera a las masculinas, ya que cuando matan a una mujer en el hogar, lo más probable es que su asesino sea su pareja o algún familiar varón".
Estudios recientes sobre los factores que elevan el riesgo de que una mujer sea asesinada en su hogar, revelaron que éste se incrementa cinco veces si su esposo o compañero tiene acceso a armas de fuego. Otro estudio que compara la proporción de homicidios de mujeres vinculados a las armas cortas en 25 países de altos ingresos, reveló que mueren más mujeres en los países donde es más fácil conseguir armas cortas.
Una de las razones por las que se incrementó el uso de armas contra las mujeres, agrega el estudio, es que "reduce la capacidad de resistencia de la víctima, ya que el trauma de ser amenazada por el esposo o la pareja es mayor cuando se esgrime un arma de fuego y existe un peligro real de perder la vida, ya que también reduce las posibilidades de escapar y de que otra persona le preste ayuda".
Por lo que respeta a los riesgos que corren las mujeres vinculadas al uso de armas de fuego por funcionarios públicos, como policías, agentes de migración, de seguridad, guardias fronterizos, miembros de las fuerzas armadas y de cuerpos paramilitares, se incrementan cuando los responsables de los abusos cometidos con armas no comparecen ante la justicia, los funcionarios del orden reciben formación deficiente y equipos inadecuados, o existe "una ausencia generalizada de respeto a los derechos humanos de las mujeres".
Estos factores pueden aumentar el riesgo de que los crímenes cometidos con arma de fuego contra mujeres sean ignorados o que "los propios funcionarios empleen las armas para cometer a su vez abusos, ya que suelen tener el monopolio legal del uso de la violencia en situaciones no bélicas, lo que les da una gran responsabilidad y poder, así como la posibilidad de cometer abusos graves".