Gobernantes de ambos países se reúnen luego de una cumbre en Yakarta
China y Japón recomponen su relación
Ampliar la imagen El primer ministro japon� Junichiro Koizumi, y el presidente chino, Hu Jintao, en Indonesia FOTO AP
Yakarta, 23 de abril. El presidente chino, Hu Jintao, y el primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, se reunieron hoy para tratar de superar la crisis diplomática entre ambas naciones, y se exigieron mutuamente medidas que permitan volver a estrechar sus relaciones bilaterales.
Luego del encuentro, celebrado tras la cumbre afroasiática de Yakarta, Hu señaló: "a pesar de las actuales dificultades entre China y Japón, la política china de preservar y desarrollar una cooperación amistosa con Japón permanece intacta".
A su vez, Koizumi declaró que mantuvo un encuentro "muy positivo" con el gobernante chino, ya que tuvieron un intercambio abierto y significativo y se produjo un "acuerdo completo de que resulta beneficioso promover lazos de amistad".
No obstante el optimismo, el presidente chino aseveró que Japón "hirió profundamente" los sentimientos de los pueblos asiáticos al "incumplir sus compromisos en temas históricos y en la cuestión de Taiwán", al exigirle sobre este último tópico abstenerse de apoyar cualquier movimiento independentista taiwanés.
Hu indicó: "la fuerte reacción de los chinos y de los pueblos asiáticos es algo sobre lo que Japón debería reflexionar", al explicar las protestas de semanas recientes en China en repudio a la publicación de libros en Japón en los que se minimizan los crímenes de las tropas de ese país durante la Segunda Guerra Mundial.
El dirigente chino no entró en detalles sobre los "temas históricos", pero las violentas manifestaciones chinas también fueron en oposición a que Tokio aspire a un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y en repudio a las visitas de Koizumi y de otros políticos y parlamentarios al mausoleo de Yasukuni, en la capital japonesa, dedicado a los soldados caídos en la guerra y que sus vecinos consideran eran "criminales de guerra".
El jefe de gobierno japonés presionó a su contraparte para que las autoridades chinas tomen "medidas apropiadas" para reducir las tensiones a raíz de las protestas callejeras en China. Entre éstas, que se consideren los intereses y negocios japoneses dañados durante las protestas.