La BMV ha perdido 160 mil 142.9 millones de pesos durante el año
Creció 18.57% la deuda conjunta de 29 grandes empresas que cotizan en bolsa
Pasó de 446 mil 680 millones al primer trimestre de 2004 a 529 mil 633 millones en marzo de 2005
Temor por debilidad de la economía mundial: CI
Ampliar la imagen Edificio de la Bolsa Mexicana de Valores FOTO Afp
En un año, la deuda conjunta de 29 de las principales empresas que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores aumentó en 82 mil 952 millones 962 mil pesos (o 18.57 por ciento), al pasar de 446 mil 680 millones 49 mil pesos al primer trimestre de 2004 a 529 mil 633 millones 11 mil pesos a marzo de este año.
De acuerdo con información entregada por las firmas a la BMV, 13 redujeron sus pasivos en 18 mil 956 millones 493 mil pesos al primer trimestre en comparación con el mismo periodo de 2004; sin embargo, las otras 16 incrementaron sus deudas en 31 mil 144 millones 997 mil pesos.
Entre las analizadas, la compañía que más incrementó sus pasivos totales fue Grupo Elektra, de 22 mil 829 millones 432 mil pesos a marzo de 2004 a 32 mil 492 millones 309 mil pesos al primer trimestre de este año; no obstante, sus utilidades antes de impuestos, intereses, depreciación y amortizaciones (EBITDA, en inglés) alcanzó una cifra récord de mil millones de pesos, 19 por ciento más que en el mismo periodo de 2004.
Otro caso relevante es el de Cemex, cuyos pasivos aumentaron de 114 mil 704 millones 530 mil pesos al primer trimestre de 2004 a 198 mil 868 millones 201 mil pesos; sin embargo, este incremento se debe en parte a la adquisición de la empresa británica RMC Group y no fue obstáculo para que la principal cementera mexicana cerrara el primer cuarto de 2005 con un aumento de ventas de 43 por ciento y una utilidad de operación de 12 por ciento.
Las empresas utilizadas en la muestra fueron Wal-Mart de México, Internacional de Cerámica (Interceramic), Corporación Mexicana de Restaurantes, Cemex, Iusacell, Grupo Sanborns, Sare Holding, Kimberly Clark de México, Desarrolladora Homex, Ferrocarril Mexicano (Ferromex), Grupo Desc, Grupo México, Elektra, Martí, Centro Histórico de la Ciudad de México (Centmex), Consorcio Ara, Grupo Aristos, Altos Hornos de México (AHMSA), Hilasal Mexicana, Tv Azteca, Tenedora Nemark, Sigma Alimentos, Hylsa y Grupo Simec.
DAVID ZUÑIGA
Debido a la volatilidad en los mercados financieros, el valor de capitalización de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) ha retrocedido 7.14 por ciento, cifra equivalente a 160 mil 142.9 millones de pesos.
De acuerdo con información de Banamex Citigroup, al cierre de 2004 el mercado accionario mexicano tenía un valor de 2 billones 242 mil 898 millones de pesos y en la primera semana de marzo el Indice de Precios y Cotizaciones (IPC) de la Bolsa Mexicana de Valores alcanzó un máximo histórico de 13 mil 877.7 puntos; sin embargo, en las últimas cinco semanas acumuló una pérdida de alrededor de 15 por ciento y el viernes pasado cerró en 11 mil 995.32 unidades.
Al respecto, Consultores Internacionales (CI) señala que las pérdidas del mercado bursátil mexicano se deben fundamentalmente a que enfrenta una "coyuntura macroeconómica difícil" y a que diversos organismos internacionales han hecho proyecciones "poco alentadoras" sobre el crecimiento de la economía mundial.
Contra lo que sostienen otros analistas financieros, CI señala que la tensión política que vive el país es fuerte pero no "extrema", "en poco o nada" afecta al mercado y "está lejos de provocar una crisis".
Los analistas argumentan que los mercados de valores de todo el mundo han tenido jornadas continuas de fuertes pérdidas y numerosas empresas han reportado resultados negativos debido, en parte, al aumento de los precios internacionales del petróleo.
El encarecimiento del combustible, agregan, ha generado durante los últimos meses presiones inflacionarias que han obligado al Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos a incrementar las tasas de interés más rápido de lo previsto.
El alza de los réditos en Estados Unidos, añade CI, ha provocado en el resto del mundo una moderación del consumo y de la inversión de las empresas; asimismo, ha favorecido la especulación a costa de la inversión productiva, lo que se traduce en menos beneficios para las empresas y en una desaceleración de la demanda interna.
Ante las dudas sobre el crecimiento de la economía mundial, señala, los inversionistas se vuelven más cautos, reducen sus inversiones en países emergentes como México y compran dólares o bonos del tesoro de Estados Unidos.
La bolsa, concluye, se mueve en función de expectativas, y las de la economía mundial "parecen ser cada vez menos favorables para lo que resta del año".