El mexicano Suárez del Solar busca desalentar a los jóvenes a enrolarse
En EU, reclutamiento inmoral y corrupto
Tras la pérdida de su hijo en la guerra de Irak, creó el Proyecto Guerrero Azteca
En la avanzada de las tropas estadunidenses que invadieron Irak iban hispanoamericanos, afroamericanos y asiáticos, y un poco más atrás, estadunidenses pobres. Esos milicianos, sostiene el mexicano Fernando Suárez del Solar, padre de un infante de marina muerto en Irak en 2003, fueron engañados por un sistema de reclutamiento inmoral y corrupto, para participar en una guerra ambiciosa y perversa impulsada por el presidente de Estados Unidos George W. Bush.
''Mi hijo fue muerto por la avaricia de Bush; fue una víctima más de esta guerra inmoral, de personas como el presidente de Estados Unidos que los utilizan (a los reclutas) para sus oscuros intereses", asegura.
El hijo de Fernando Suárez del Solar, Jesús Alberto, también mexicano, ingresó a las fuerzas armadas estadunidenses en 2001. Partió a Irak el 5 de febrero de 2003 y cayó en combate el 27 de marzo del mismo año, tras la explosión de una bomba de racimo.
Desde que perdió a su hijo, Suárez del Solar se ha dedicado a recorrer Estados Unidos y América Latina para convencer a los jóvenes de que no se enrolen en el ejército estadunidense.
''El servicio militar no es la mejor opción para continuar sus estudios. La carrera militar es para aquellos que realmente quieren servir a un país desde las armas, pero no como alternativa para estudios superiores", señala, y dice estar convencido de que su hijo dio la vida "para enseñarnos que el camino a la paz no es la guerra; que los niños del mundo merecen una vida más llena de luz, de esperanza, de justicia".
Considera que la pérdida de su hijo Jesús Alberto debe ser ejemplo para muchos jóvenes, a fin de que no se enrolen en el ejército.
El activista dirige actualmente el Proyecto Guerrero Azteca, contra las guerras en general pero particularmente contra la de Irak. Explica que mediante este proyecto se dan pláticas a jóvenes estudiantes, enseñándoles las condiciones del servicio militar estadunidense, donde prevalecen discriminación, abuso físico y mentiras.
También ofrece mediante foros públicos una visión distinta a la que presentan los medios de comunicación sobre la situación en Irak.
Igualmente, Guerrero Azteca (como Fernando llamaba a su hijo) ayuda a familiares que sufren la pérdida de un miembro dentro de las fuerzas armadas estadunidenses, promueve la paz en el mundo y busca apoyos para crear otras oportunidades de estudio fuera de la milicia.