Florencio Olvera y Gustavo Rodríguez critican el uso del doble lenguaje
Insisten obispos en condenar la ofensiva contra López Obrador
Ampliar la imagen Frente al domicilio de Andr�Manuel L� Obrador en Copilco, Distrito Federal, simpatizantes del jefe de Gobierno organizaron una misa para rezar por el futuro del pol�co FOTO Carlos Ramos Mamahua
Los obispos Florencio Olvera y Gustavo Rodríguez -este último firmante del documento de la Comisión de Pastoral Social (CPS) de la Conferencia del Episcopado Mexicano condenando el desafuero de Andrés Manuel López- insistieron en que en México es necesario hacer respetar las leyes sin provocar, sin inducir a la violencia y sin el uso del doble lenguaje.
Florencio Olvera, obispo de Cuernavaca, manifestó que es necesario hacer prevalecer el diálogo y no dejarse llevar por la codicia del poder. "Si alguien faltó (a la ley) demuéstrenselo y si lo hacen o no, acéptenlo", consideró en entrevista.
Manifestó sentirse cansado de las luchas entre políticos, porque "estamos dividiendo a México. El país nos pide amor, no egoísmo; servicio, no caprichos; y yo, junto con toda la Iglesia, invito a derecha e izquierda a construir un solo México, sin codicias de poder, en el respeto y en el diálogo.
"Dejémonos de mesianismos. Si quieren hacer propaganda (política) que la hagan, pero sin provocar, sin inducir a la violencia, sin el doble lenguaje. Una y otra parte se injurian, cuando lo que se requiere es convivencia en la verdad, en la justicia y el respeto como gentes mayores, no como personas caprichosas, violentas", insistió.
Por su parte, el obispo auxiliar de Monterrey, Gustavo Rodríguez, consideró "natural que se levante esta polvadera (refiriéndose a las reacciones que suscitó el documento que signó junto con otros cuatro jerarcas católicos) por lo controvertido del momento que estamos viviendo".
Reiteró tres de los llamados que hicieron los integrantes de la CPS en torno al desafuero del jefe de Gobierno del Distrito Federal: renunciar a las opciones violentas que traen "espiral de enorme sufrimiento" y optar por la prudencia; impregnar los valores del Evangelio en la vida política del país, y estar "todos conscientes para no esperar mesianismos de un partido o de una persona" y, finalmente, mantener la confianza.
Apuntó que el documento de los obispos no pretende descalificar a personas, sino manifestar su preocupación por el momento difícil que se vive y eso, dijo, "es lo que pudo resultar incómodo".