López Obrador llama a manifestarse en paz: "no nos hace falta la política de la fuerza"
"Queremos garantizar los derechos de la gente pobre desde la cuna hasta la tumba"
Ampliar la imagen M�de 4 mil personas se congregaron en el Z�o de Acapulco para apoyar a L� Obrador FOTO Carlos Ramos Mamahua
Acapulco, Gro., 23 de abril. Después de salir en defensa de los ancianos padres del subprocurador federal Carlos Javier Vega Memije, que el viernes fueron víctimas de una muestra de repudio a las puertas de su casa en Chilpancingo, Andrés Manuel López Obrador afirmó que "estamos luchando porque queremos en México un estado de bienestar, para que la gente humilde tenga plenamente garantizados sus derechos desde la cuna hasta la tumba".
Un poco ronco luego de hablar ante más de 100 mil personas durante los últimos ocho días, el jefe de Gobierno del Distrito Federal culminó hoy aquí su gira de resistencia por cinco estados de la República -México, Tabasco, Jalisco, Nayarit y éste-, con una pequeña pero bullanguera concentración en el diminuto Zócalo de este puerto, a la que asistieron cuando mucho cuatro mil simpatizantes.
Estaban presentes, desde luego, todos los dirigentes estatales del PRD, no así el flamante gobernador, Zeferino Torreblanca, que de manera sorpresiva, desde el pasado 13 de abril, se autoimpuso una "sana distancia" con el partido que lo llevó al poder, mientras circulan versiones de que su triunfo en realidad fue producto de un acuerdo de cúpula con los cacicazgos tradicionales de la entidad.
En el templete, de espaldas al malecón y al Pacífico, flanqueado por Martín Vera, presidente del comité estatal del PRD, y Alberto López Rosas, presidente municipal de Acapulco, López Obrador abrió un paréntesis en el centro de su discurso para referirse al incidente en que ayer unas 300 personas gritaron consignas contra el tenebroso Vega Memije frente al domicilio donde siempre han vivido sus papás, viejecitos de muy avanzada edad y enfermos de Alzheimer.
"Los padres de los políticos no tienen la culpa de la mala conducta pública de sus hijos", advirtió el tabasqueño, con la voz más aguda que de costumbre y mal filtrada por el deficiente sonido local. Y agregó:
"Entiendo que algunos compañeros lo hicieron de buena fe, movidos por el deseo de apoyar nuestra causa, pero quiero decirles, repetirles, que este es un movimiento pacífico y además no necesitamos acciones de ese tipo, no nos hace falta la política de la fuerza sino la fuerza de la política, porque tenemos la razón, nuestra lucha es justa, el mundo así lo reconoce, y estamos seguros de que nuestro movimiento va a triunfar".
Horas antes del mitin, guerrerenses avecindados en la ciudad de México recordaron que durante el trienio de Alejandro Carrillo Castro como titular de la delegación Cuauhtémoc del Distrito Federal (1995-97), Vega Memije fue director de Gobierno y desde ese cargo creó el llamado Fideicomiso Terrazas, "dizque para contribuir al embellecimiento de la colonia Condesa, pero la verdad es que fue un truco para sacarle dinero a los restaurantes de la zona, a los que les dijo, miren, por cada peso que pongan la delegación pone otro; sin embargo, cuando Carrillo Castro le entregó el poder a Jorge Legorreta se descubrió que el fideicomiso no tenía un solo centavo, porque todo se lo clavó Vega Memije".
Perseguido no por la ley, desde luego, sino por la mala fama que lo acompaña desde que fue procurador de "justicia" aquí en Guerrero, donde se destacó por la práctica simultánea de la corrupción y de la tortura, Vega Memije es hoy, junto con su homólogo José Luis Santiago Vasconcelos, y el superior de ambos, Rafael Macedo de la Concha, un factor decisivo en el creciente desprestigio de la Procuraduría General de la República (PGR), de la que López Obrador en su discurso dijo aquí lo siguiente:
"Nuestros adversarios nos quieren descarrilar de manera facciosa y tramposa para que no podamos estar en las boletas de las elecciones presidenciales del año que viene, pero mientras más se obstinan en cerrarnos el paso, las encuestas nos dicen que el PRI va pa' abajo, el PAN pa' abajo, la PGR pa' abajo, y el movimiento democrático para arriba", explicó ilustrando cada una de las tres caídas de popularidad y el único ascenso con movimientos del pulgar de la mano derecha, que la gente saludaba con exclamaciones corales más bien propias de una arena de lucha libre.
Con la vista de repente fija en una pancarta que aseguraba: "Yo no vine por mi torta sino por mis huevos", el único gobernante del país que a partir del lunes próximo ejercerá sus funciones sin la protección del fuero constitucional recordó que "la última vez que estuve con ustedes, para apoyar el cierre de campaña de Zeferino Torreblanca, les dije que Guerrero es sin duda el estado que tiene la más larga tradición de lucha en México, y hoy lo está demostrando de nuevo, aquí en la plaza pública, defendiendo a la democracia de nuestro país".
La alusión a Torreblanca, según opiniones recogidas en el templete, fue vista como un exceso de cortesía, porque el empresario, egresado del Tecnológico de Monterrey, no ha logrado sino cosechar críticas desde la izquierda por su insistencia en nombrar procurador estatal a un militar que participó en la guerra sucia de los años setenta, por no haberse colocado el moñito tricolor en presencia de Vicente Fox, cuando éste clausuró el Tianguis Turístico de Acapulco la semana pasada, por haber designado como director de Comunicación Social a quien ocupó ese cargo durante el gobierno del priísta René Juárez Cisneros y, en todo caso, por no haber asistido al mitin de hoy aquí.
Pero siempre, según las voces aglomeradas en el templete, la presencia de sólo cuatro mil personas en el último acto de la gira de López Obrador obedeció no tanto a la sospechosa actitud del gobernador sino a que "hay poco dinero y el esfuerzo grande lo vamos a hacer mañana en la marcha del silencio allá en México".
López Obrador regresó a la ciudad de México en el vuelo de las 18:40 y llegó a su domicilio en Copilco, junto a la UNAM, poco después de las 20 horas, y de inmediato se encerró en su estudio a escribir el discurso que leerá este domingo al mediodía en el Zócalo.