Busca el Conacyt que instituciones financieras apoyen a emprendedores mexicanos
Financian con capital de riesgo a empresas especializadas en desarrollo tecnológico
Una empresa que creó nuevas aplicaciones para el correo electrónico, otra que diseñó plataformas de educación a distancia y una más que elaboró software para la operación de conmutadores son tres de los primeros cinco negocios mexicanos que el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y Nafinsa financian con capital de riesgo.
Presentados por el Conacyt como los posibles Bill Gates de México, los empresarios recibieron casi 20 millones de pesos y tienen que devolver al gobierno por lo menos un rendimiento de 27 por ciento del capital aportado en un plazo de cinco años.
Guillermo Aguirre Esponda, director adjunto del Conacyt, reconoció que el novel Programa de Emprendedores no resuelve los problemas de las empresas mexicanas, porque atiende a un número ínfimo, pero "pone el ejemplo" para que los bancos u otras instituciones financieras se interesen en invertir dinero para el desarrollo tecnológico.
Con este programa se generaron 108 nuevos empleos, es decir, se invirtieron 184 mil pesos por cada puesto de trabajo. Según el análisis estadístico del Conacyt, cada nuevo empleado ganará 19 mil pesos como salario promedio.
Cuando se le preguntó a Aguirre si esta cantidad no es muy alta para generar un puesto de trabajo, respondió que en el futuro se abrirán más puestos en las mismas empresas, y que en otras partes del mundo, como la India, cuesta entre 27 mil y 32 mil dólares generar un empleo de alta tecnología.
Tras recibir severos cuestionamientos de científicos por mantener en secreto la información sobre los cientos de proyectos financiados por el Conacyt, ayer el organismo accedió a presentar las historias de sólo tres empresas.
Estas son Tralix, que recibió 4.8 millones de pesos y desarrolló nuevas funciones del correo electrónico; Tralcom, con casi 4 millones de pesos y que diseñó una plataforma de entrenamiento a distancia, y Simitel, con 2.5 millones, la cual creó un software para la automatización de conmutadores.
Reunidos en las oficinas del Conacyt para presentar sus casos de éxito, los empresarios celebraron que por primera vez se den este tipo de apoyos, pero se quejaron de que aún es una cantidad pequeña y que están en desventaja frente a los "gigantes" de otros países.
Luis Fernando del Signo, ingeniero industrial, dueño de Tralcom, señaló que recientemente abrieron una oficina en San José, California -en el corazón de Sillicon Valley- y encontraron que tan sólo en esa entidad 5 mil empresas son apoyadas con con capital de riesgo, lo que es una cantidad enorme frente a los cinco proyectos de México.
Lo grave, dijo, es que el gobierno se tardó mucho en iniciar estos programas, cuando las industrias mexicanas tienen que competir con los gigantes de la informática. "Yo les pediría que se apuraran", afirmó.
Serge Kruppa, de Simitel, indicó que "México no pinta" en la industria del software para la automatización de procesos telefónicos, que van del diseño y conformación de un conmutador hasta sistemas de reconocimiento de voz, y que por primera vez una empresa mexicana tiene la oportunidad de competir en el extranjero.
Luis Antonio Ascencio, dueño de Tralix, explicó que la empresa tuvo su origen hace cinco años, cuando un pequeño grupo de ingenieros mexicanos comenzó a estudiar cómo crear nuevas aplicaciones del correo electrónico, y que actualmente se encuentran en una etapa de expansión internacional.
Aguirre indicó que este año esperan invertir 100 millones de pesos en el Programa de Emprendedores y generar 25 negocios, y al final del sexenio otros 50.
Pero explicó que todavía se necesita hacer un cambio cultural en el país, para que las instituciones financieras apoyen con capital de riesgo a los emprendedores y no pidan en prenda garantías inmobiliarias, sino que se "arriesguen" a invertir en desarrollo tecnológico.