Usted está aquí: martes 19 de abril de 2005 Sociedad y Justicia Rechaza la Conferencia del Episcopado la instalación de casinos en México

Fomentarán narcotráfico, lavado de dinero y delincuencia organizada, señala

Rechaza la Conferencia del Episcopado la instalación de casinos en México

JOSE ANTONIO ROMAN

La Conferencia del Episcopado Mexicano advirtió que la aprobación de la ley para instalar casinos fomentará actividades como narcotráfico, lavado de dinero, delincuencia organizada y fuga de divisas, por lo que reiteró su rechazo a este proyecto legislativo, que ya fue aprobado en la Comisión de Turismo de la Cámara de Diputados.

En un pronunciamiento firmado por el secretario general del Episcopado, Carlos Aguiar Retes, se asegura que la propuesta sólo fortalecerá el "injusto sistema de distribución de la riqueza", que es uno de los principales problemas de México, además de que son "falaces" muchas de las presuntas bondades que traería consigo la instalación de estos negocios.

"La casa nunca pierde"

A decir del jerarca católico, los más ricos -que serán los dueños de las casas de apuestas- concentrarán el beneficio de las ganancias a costa del patrimonio de los jugadores, que ante el espejismo de ganar en un golpe de suerte exponen sus ingresos y ahorros, regularmente con trágicos acontecimientos familiares y sociales. Es decir, "la casa siempre gana".

"La gran necesidad de nuestro país es lograr un mercado interno que incremente y sostenga la producción y genere una amplia clase media, que alcance los índices de bienestar social propio de países desarrollados.

"No es con una iniciativa en favor de los casinos como se va a lograr, porque ésta empeora la distribución de la riqueza", se asegura en el documento, leído en una conferencia por el obispo Abelardo Alvarado Alcántara, responsable del Departamento de Relaciones del Episcopado Mexicano con el Estado.

En el texto se asienta que sería mejor que los legisladores se dediquen a aprobar leyes que conduzcan al país hacia un modelo de desarrollo que propicie la justicia social y la equidad de condiciones para todos los mexicanos, antes de aprobar la instalación de casinos, contenida en la reforma a la Ley de Juegos con Apuestas y Sorteos.

En su intervención el obispo Alvarado recordó que ésta no es la primera vez que los obispos del país se declaran en contra de esta iniciativa y citó pronunciamientos del Episcopado Mexicano de 1996, en los cuales advierte de los riesgos que la decisión implica.

Sin embargo, dijo, los legisladores insisten en abordarlo de manera cíclica. "Sabemos que los intereses económicos son muy fuertes", pero los peligros asociados a los casinos y casas de apuesta también son muy grandes, indicó.

De acuerdo con el sentido del pronuncimiento, para el obispo Alvarado la instalación de casinos trae consigo más desventajas que puntos positivos.

Exhorto a diputados

El prelado dijo que además de los múltiples problemas asociados a la operación de estos negocios, los casinos y casas de apuesta no generan el número ni la calidad de empleos que el país requiere, además de que habrá fuga de divisas, pues estas empresas tributan regularmente en el extranjero.

El obispo exhortó a los legisladores a buscar el bien común por encima del bien particular. Los gobernantes con conciencia y compromiso social son capaces de asumirlo; "pedimos enérgicamente a los legisladores que tomen una decisión pensando en quienes menos tienen para lograr perfilar la sociedad que México necesita".

 
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