Recibe evaluaciones de Oportunidades luego de que López Obrador visitó el plantón
Elogia Fox su lucha contra la pobreza a unos pasos de la protesta de perredistas
El mandatario retoma frase de Lázaro Cárdenas en su mensaje sobre la superación de rezagos
Apenas una hora antes, Andrés Manuel López Obrador había estado en el acceso a Los Pinos desde donde hace una semana los senadores del PRD se turnan en un ayuno de 24 horas; sin embargo, el presidente Vicente Fox Quesada sosla-yó este hecho, del que seguramente había recibido reportes. Se concentró en recibir los indicadores de evaluación del programa Oportunidades y reite- ró su convicción de marchar en la dirección correcta, "sin perder de vista la magnitud de nuestros rezagos; estamos conscientes".
Ante secretarios de Estado y académicos de instituciones mexicanas y extranjeras, el mandatario no se desvió de su tema: la transparencia y la rendición de cuentas son compromisos irrenunciables de su administración. De ese modo se cumple con el mandato democrático "de trabajar de cara a la ciudadanía, de trabajar con nitidez, honestidad y eficacia".
Esa fue la ruta de un discurso con el cual Fox Quesada llegó incluso hasta el Lázaro Cárdenas, para hacer suya la expresión del ex mandatario de que la miseria, la ignorancia, las enfermedades y los vicios esclavizan a los pueblos, y que sólo la justicia social garantiza la paz y la felicidad humana.
Antes, el mandatario federal había escuchado a diversos evaluadores del que constituye el principal programa asistencial de su gobierno: Oportunidades, instrumentado por la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso). Su titular, Josefina Vázquez Mota, aprovechó la ocasión para puntualizar que los apoyos otorgados por esa vía no generan conflicto de violencia intrafamiliar a pesar de tener a las mujeres como beneficiarias directas.
Las evaluaciones impiden el uso clientelar del programa: Fox
"No es un programa que propicie violencia, aunque no está exento de lo que sucede en el resto de la sociedad", puntualizó la funcionaria y acreditó la práctica evaluatoria de Oportunidades como un método indispensable, pues de ese modo no sólo se regula de manera eficaz el manejo presupuestal, sino que constituye una condición para la democracia y la gobernabilidad.
Fox, a su vez, destacó que la evaluación evita el manejo político-electoral de las acciones de gobierno y aseguró que con ese instrumento 25 millones de personas están en proceso de superar su condición de pobreza y marginalidad. "Eso es verdaderamente heroico, eso es lo que verdaderamente cuenta, puesto que asumen compromisos específicos que les permiten ya mejorar su ingreso y su calidad de vida."
En ese marco, Paul Gertler, investigador de la Universidad de California en Berkley, destacó que 25 por ciento de las transferencias de Oportunidades son usadas por las familias para los instrumentos necesarios en sus labores productivas.
El académico indicó que los estudios realizados permiten afirmar que Oportunidades ha impactado positivamente en el desarrollo físico de los niños al mejorar 10 por ciento sus actividades motoras, reducir en ese mismo porcentaje los días de enfermedad y en 16.2 por ciento la desnutrición.
Otro antiguo evaluador del programa, desde que Oportunidades se llamaba Progresa, durante el sexenio de Ernesto Zedillo, el doctor Jere Behrman, de la Universidad de Pensilvania, dijo que este programa ha elevado la escolaridad sobre todo en las áreas rurales, así como "incrementos importantes en los logros cognitivos" en asignaturas como el español, la lectura y la escritura.
De acuerdo con Mauricio Hernández Avila, director del Instituto Nacional de Salud Pública, también ha permitido mejorar la salud reproductiva, disminuir la mortalidad infantil, incrementar la detección temprana de padecimientos, elevar la talla de los infantes, reducir los casos de anemia y, en resumen, ha permitido "romper el círculo intergeneracional de la pobreza crónica".