APRENDIENDO A MORIR
Tras la locura
PRUEBA EVIDENTE DE que Juan Pablo II gozaba de una popularidad no proporcional a su persuasión es que a esta columna nunca habían llegado tantos comentarios reflexivos como tras la nota del pasado 4 de abril, ''Campanas al vuelo'', sobre las no pocas omisiones del ya inminente beato y, a corto plazo, santo, entre otras virtudes por su flexibilidad, en eso sí, para canonizar siervos de Dios, en un desmesurado cuanto frívolo récord.
JOSE ALTAMIRANO ESCRIBIO: "Yo fui educado en la religión católica, pero a decir verdad mientras más me acerco a Dios más me alejo de la religión. Después de este show mediático del Vaticano fue agradable leer(te) sobre la gran contradicción de la mayoría de los católicos..."
ESTA ESCLARECEDORA FRASE, "mientras más me acerco a Dios más me alejo de la religión", es quizá la única, José, que no han tomado en cuenta los sociólogos de las religiones a la hora de consignar sorprendidos el notable crecimiento de sectas y creencias alternativas, en detrimento de las religiones "reveladas".
ROSA MARINA ALCANTARA: "Me parece que de la petición papal 'ya no quiero volver a la clínica', a la libre decisión, verbal o mediante el documento de voluntades anticipadas, 'no deseo ser o seguir conectado', no hay sino un paso".
MIGUEL AYALA ROMERO: "Si bien México llora por el Papa, esto me recuerda una crítica hecha por un amigo italiano en el sentido de que no entendía cómo México fue un país tan católico, guadalupano, además de papista, y que existieran abismales diferencias entre ricos y pobres, junto con niveles tan altos de corrupción... Cuántos de los que lloran al Papa son personas que favorecen o son partícipes de la corrupción, compradores de productos piratas, con los que han dado al traste con la industria nacional; o mexicanos adormilados e indiferentes antes los graves problemas que aquejan a nuestro país.
''CUANTOS DE LOS que lloran al Papa -continúa irrebatible Miguel- son empresarios que solamente ven por sus ganancias a costa de pagar salarios de miseria en condiciones laborales indignas, o gobernantes hipócritas que han metido al país en la lógica globalizante, marginando a los indígenas, generando más pobres y dañando gravemente a la ecología; cuántos de los que lloran al Papa son personas que rechazan a otros por pensar diferente en materia religiosa, sexual o ideológica; cuántos de los que lloran son sacerdotes o religiosos que viven de una manera muy alejada al ideal evangélico..."
CECILIA VARGAS: "Oiga, yo soy más santa que él pero menos conocida, claro. Por la influencia que todavía tiene la Iglesia, ojalá el dichoso cónclave -otros payasos productivos para la tele- eligiera una papisa, una mujer que sepa de contracepción, de sida, de los hombres y de sus impericias sexuales, de preservativos... Que sepa también lo que es cuidar huérfanos de machos irresponsables, lo que es ser un niño no deseado ni amado por sus padres pero que ha nacido porque éstos creen lo que ordenan idiotas llenos de miedo por las mujeres. Eso sería espíritu de renovación..."