Diputados recorren calles inconclusas acompañados por un centenar de personas

Los confusos límites de El Encino, prueba de que no se violó la ley

El gobierno federal, la PGR y el dueño del terreno, coludidos contra López Obrador, dicen

MATILDE PEREZ U.

En las inmediaciones del predio El Encino y en las calles inconclusas -localizadas al norte y sur del mismo-, 12 legisladores del Partido de la Revolución Democrática (PRD) mostraron a cerca de un centenar de intelectuales y otros ciudadanos interesados que el jefe del Gobierno capitalino, Andrés Manuel López Obrador, no violó el amparo interpuesto por el propietario del terreno en contra de las obras de vialidad que realizaba la administración del Distrito Federal.

Después de escuchar las explicaciones técnicas de la delimitación del terreno -mostradas en un plano- y recorrer las calles inconclusas en el citado predio localizado en Santa Fe, los legisladores concluyeron: ''Es claro que el dueño del predio El Encino, la Procuraduría General de la República (PGR) y el gobierno federal estuvieron coludidos para hacer del caso una maniobra jurídico-política para dar vuelta a la democracia y desaforar a Andrés Manuel López Obrador''.

El presidente de la sección instructora de la Cámara de Diputados, Horacio Duarte, dijo que a los legisladores y militantes del PRD, al movimiento democrático del país, ''no se nos puede responsabilizar de la debilidad económica que ha traído consigo el desafuero de López Obrador''.

Los intereses financieros de la oligarquía quieren que el aparato de poder y justicia sirva a sus intereses y órdenes, acotó por su parte el también legislador perredista Inti Muñoz.

''La gente ha constatado que las supuestas violaciones por la construcción de calles no existen; aquí están los tramos sin construir. Está muy claro hasta dónde llega el pavimento y dónde no; queda claro que en este pequeño pedazo de tierra no se violó el derecho'', dijo Muñoz, señalando el tramo inconcluso de la calle Carlos Graeb.

En el llamado canalla tour -que al final de la visita fue corregido como tour contra la canallada-, Horacio Duarte habló de la importancia de que la gente conozca físicamente el lugar que sirvió de pretexto para desaforar a López Obrador, y de la actitud que ahora ha asumido la Procuraduría General de la República (PGR) de no solicitar la orden de aprehensión en contra del jefe de Gobierno capitalino. La farsa, abundó Duarte Olivares, se inició cuando el propietario de El Encino presentó un amparo en 2001 y las obras -los cortes de apertura que se observan- habían comenzado en 2000; además, su predio, por el lado norte, jamás colindó con el conocido como ''la barranca de Tacubaya'' y por tanto las obras realizadas en este tramo no lo afectaban. El sitio señalado por el propietario de El Encino ''es propiedad de Lomelí, y por ello de Servicios Metropolitanos''.

También por esa razón, abundó el legislador, la Procuraduría General de la República se ha resistido a ubicar el predio El Encino, que tiene una superficie de 83 mil metros cuadrados, y si se agregara el de Lomelí la superficie sería de 100 mil. ''La procuraduría chacaleramente ha dicho que no se puede saber cuál es el predio El Encino; actúa con maña, tramposamente. El Ministerio Público también, porque dijo que no importaba ubicar el predio porque eso no era objeto de la controversia. Si lo ubicaran, se les caería el teatro.''

Tocó a la diputada Diana Bernal Ladrón de Guevara explicar la situación del lado sur del citado predio. En este caso, dijo, el Gobierno del Distrito Federal había propuesto al dueño pagarle a valor comercial 7 mil metros cuadrados, únicos que se le quitarían para que esta calle (Carlos Graeb) conectara con la autopista México-Toluca. Pero los trabajos se interrumpieron justo donde marca la colindancia de El Encino. No se construyó ninguna calle que dañara su predio y por eso hay una vialidad externa para llegar al hospital ABC.

Pedirán juicio político contra diputados que aprobaron el desafuero

En este recorrido, el caricaturista de La Jornada Rafael Barajas, El Fisgón, dio a conocer que de acuerdo con el jurista Raúl Carrancá y Rivas, ''que no necesariamente es un hombre de izquierda'', hay elementos para hacer un juicio político a los diputados que votaron en favor del desafuero y para ello sólo hay que juntar firmas de los ciudadanos. Tras escuchar la propuesta empezaron a correr los papeles para la recolección de firmas.

Debido a que el gobierno capitalino sí obedeció la orden del juez, el desafuero contra López Obrador por obras inconclusases es sólo una canallada, y la actitud del propietario de El Encino es muy dudosa, abundó Duarte.

Mientras los diputados explicaban la situación al grupo de intelectuales y otros ciudadanos interesados que los acompañaron, el propietario de El Encino, Manuel Soto Segura, acompañado por su familia, aseguraba a algunos integrantes de la prensa que ''todos los días'' visita el lugar. Ayer llevaba consigo el amparo definitivo y copia de las escrituras. ''Que quede bien claro que no estoy a favor ni en contra de Andrés Manuel López Obrador, pero de él no quiero ni cacahuates'', dijo. Su presencia pasó casi desapercibida, aunque los diputados supieron que allí se encontraba el dueño, o uno de los propietarios del terreno.

Antes, en el llamado campamento por la democracia, en el Angel de la Independencia, un grupo de ciudadanos que apoyan a López Obrador guardaron 19 minutos y 13 segundos de silencio, en referencia a 1913, año de la traición de Victoriano Huerta a Francisco I. Madero. Algunos de los carteles mostraban su estado de ánimo: ''Amamos desaforadamente la dignidad''. ''Rechazamos apasionadamente la impunidad.'' ''Pobre señor Presidente, ya no hay nadie que lo aguante.''