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DIAS DE FURIA
18 de abril de 2005
Ya sabemos que esta temporada de primavera y verano será de temperaturas muy calientes, más que en muchos años. Para los consumidores, el alto precio del petróleo no es buena noticia. Pagaremos más por cada litro de gasolina, el gas aumentará mes a mes y la luz se encarecerá, también lo harán los precios de los bienes y servicios, pues éstos son insumos básicos en la producción. El mayor consumo de energía, sobre todo en las zonas del país con uso intensivo de sistemas de aire acondicionado, anticipa un disparo en los gastos domésticos.
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Roberto González Amador

gas-deposito-tanques-jpgLos tiempos de los políticos no son necesariamente los de los ciudadanos. Esto no es una novedad, aunque ahora mismo se está reflejando de manera clara con el disparo de los precios del gas, que eleva a su vez la factura eléctrica. El punto para los consumidores es que mientras las distintas instancias del gobierno miran para todos lados cuando se trata el tema sin ofrecer ninguna solución, el costo de la falta de medidas concretas obliga a gastar una porción mayor del ingreso familiar en este rubro. Hay que ver las cosas con calma: parece que no hay ninguna prisa por solucionar el problema.

Guillermo Ortiz, gobernador del Banco de México, instancia obligada por ley a cuidar la estabilidad de precios, dijo que en 2004 el precio del gas para uso doméstico aumentó 18 por ciento, una tasa que cuadruplica la inflación general registrada en ese periodo. Optimista, Ortiz comentó que en 2005 el incremento ya es nada más de 0.75 por ciento al mes, es decir, 9 por ciento anual, el triple de la meta oficial de inflación.

Hay varias razones que explican el repunte en el precio de los energéticos de mayor uso entre los consumidores no industriales del país. Una de ellas es el disparo del precio del petróleo en el mercado mundial, que arrastra al de otros bienes asociados, como el gas. México importa 20 por ciento del gas que consume. Según datos oficiales, 60 por ciento de la electricidad es generada en plantas termoeléctricas, o sea, con gas.

Por otro lado está Hacienda: como no puede hacer que los evasores paguen impuestos, cada mes eleva el precio de la gasolina, no por razones de mercado, sino con fines de recaudación. Además, está la falta de determinación y hasta la concentración en su trabajo del gobierno federal, tan ocupado en otras cosas por estos días.

El Ejecutivo podría tomar decisiones para abaratar el precio, por ejemplo, del gas, cuya alza levantó ya una ola de protestas en las últimas cuatro semanas en el norte del país. En esa franja del territorio, la factura de los consumidores aumentó hasta 115 por ciento en sólo 15 meses. El proveedor de la región, Gas Natural México, filial de una empresa española, dice que no es responsable de fijar los precios, sino que sólo traslada los costos que determina Petróleos Mexicanos.

P3 indiceEl precio del gas se fija en México con base en una complicada fórmula que utiliza como referencia la cotización del sur de Texas, el mercado más caro del mundo. Una de las explicaciones oficiales es que, como el país es importador neto de este combustible, tiene que cobrarlo empleando como referencia la tarifa de allá.

Permítanos un tecnicismo: la unidad de medida del gas es la llamada British Termal Unit, o BTU. Pues bien, producir un millón de BTU cuesta hoy 2.5 dólares y se vende en México en 6.5 dólares. Para los expertos es claro que la formula empleada por el gobierno mexicano tiene alguna falla que beneficia a alguien y no necesariamente a los consumidores nacionales.

Lo cierto es que mientras los usuarios pagan cada mes más por electricidad, gasolina y gas una solución no debe esperarse pronto. Lo más reciente que se puede contar de esta historia es que las secretarías de Hacienda y Energía no se logran poner de acuerdo sobre una nueva fórmula para fijar el precio del gas, que como vemos, influye en el de otros energéticos que consumen las familias.

En los últimos años, el país obtuvo casi 8 mil millones de dólares de ingreso adicional por el elevado precio del petróleo que exporta PEMEX. Hay quienes piensan que esos recursos pudieron ser usados para mejorar la infraestructura energética de modo que el precio de estos bienes fuera menor. Después de todo México es un país con recursos petroleros que no generan beneficios visibles para la población. ¿A qué se destinaron los ingresos adicionales? Sobre todo se lo repartieron los gobernadores ­de todos los partidos--y el gobierno federal. ¿Qué pasará con el sector energético, clave para el desarrollo de esta economía? Todos parecen estar viéndose en un espejo mientras el tiempo pasa.

¿Recuerda aquella película de Michael Douglas atrapado por el calor sofocante? §

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