La erosión del centro histórico
1.-No me refiero al centro histórico de la ciudad de México, que se viene hundiendo físicamente desde hace bastante tiempo, pero que en años recientes ha sido en muchos sentidos rescatado y reconstruido como espacio de convivencia social.
2. Tampoco me refiero al centro histórico en la geometría política, tema del cual habló muy recientemente con gran precisión Luis F. Aguilar.
3. Me refiero al centro político o al núcleo central del Estado, que como se ha venido deseando y pronosticando desde los 80 ha sufrido grave deterioro y erosión. Quizá una de las mayores debilidades de los procesos de reformas estructurales tuvo que ver con la suposición ingenua y disruptiva de que toda reducción del aparato estatal sería sustituida con ventaja en eficiencia y en calidad por instituciones del mercado. Lo que ocurrió fue la creación de vacíos institucionales rápidamente llenados por actores privados jugando en mercados secundarios.
4. En consecuencia, los monopolios estatales fueron sustituidos por monopolios privados y no por competencia. Por su parte, la desregulación genérica llevó a reforzar la protección a través de reglamentos e intervenciones de los sectores más poderosos de la economía y de la política. Se genera en sociedades tan diversas, como las latinoamericanas y las de Europa del este, un peculiar estamento social que no pocas veces logra acceder al tablero de mando de la política y de la economía. Esa nueva nomenklatura recibe diversos nombres en distintos países, pero su signo distintivo estriba en que su fortaleza económica y política está sustentada en una peculiar manera de desmantelar al Estado. Es una burguesía de Estado privada. Un secretario de Hacienda mexicano postuló hace algun tiempo la necesidad de privatizar al sector privado. Y esto resulta particularmente necesario en relación con este estrato social, que tiende a distorsionar enormemente el funcionamiento de los mercados y de las instituciones sociales y políticas. Por eso en vez de pensar en lo que hace algún sector progresista en medidas confiscatorias o expropiatorias para corregir desigualdades y distorsiones, debería aplicárseles lo que muchas veces reclamaron del Estado intervencionista del pasado. Es decir, mercado y democracia. O sea, competencia económica y política.
5. Lo anterior requiere una determinada reconstrución del Estado y junto con ello un determinado compromiso social en cuanto al tipo de intervenciones públicas necesarias para corregir desigualdades, asimetrías y funcionamiento pernicioso de los mercados económicos y políticos.
6. Reflexionando en esta dirección, resultó muy interesante un reciente seminario internacional realizado en Oaxaca con el copatrocinio de la Secretaría de Desarrollo Social y la OCDE sobre diseño e implementación de políticas rurales. La reunión partió de una serie de preguntas básicas: ¿Qué tanto deben involucrarse los actores locales en el diseño e implementación de políticas de desarrollo rural? ¿Cuáles son las ventajas de asignar responsabilidades en un nivel subnacional? ¿Qué modelos pueden permitir una eficiente y efectiva división de responsabilidades entre los diferentes niveles de gobierno (nacional, regional y local)?
7. El ámbito rural va más allá de lo estrictamente agrícola, puesto que reconoce varias tendencias presentes al menos en el campo latinoamericano y que pueden sintetizarse en una tendencia: hacia una agricultura extendida que supone diversas cadenas productivas, hacia una agricultura urbano contractual, hacia un conjunto productivo basado en conocimientos, hacia un espacio asociativo con políticas diferenciadas. Por lo mismo, el tipo de intervenciones y regulaciones, de reglas del juego, de núcleo estatal, difiere del concepto tradicional.
8. Como se plantea en las conclusiones de este acto: "Las políticas rurales territoriales requieren de renovadas relaciones verticales entre los niveles de gobierno. Participación y coordinación son las palabras clave para un eficaz diseño, implementación y evaluación de políticas rurales. Las relaciones contractuales multianuales basadas en la negociación y el aprendizaje mutuo pueden transformar las relaciones jerárquicas de arriba hacia abajo que caracterizan el ejercicio tradicional de gobierno. Requiere de una nueva y mejor coordinación local y horizontal tanto en los niveles locales como en los centrales".
9. El documento de contexto elaborado por la OCDE enfatiza este cambio de perspectiva: "Globalización, tendencias hacia la descentralización, la revisión de los subsidios sectoriales y las barreras tarifarias; estos son algunos de los principales procesos dinámicos que conducen a la restructuración rural a lo largo de los países de la OCDE. La atención, entonces, se centra en una aproximación más integral en oposición a un enfoque sectorial y meramente agrícola. La perspectiva multinivel de gobernanza hace énfasis en la posibilidad de compartir el poder entre los diferentes niveles de gobierno sin que exista un centro de autoridad acumulada. No coloca los niveles de gobierno de manera jerárquica, sino reconoce que la creación de políticas requiere una creciente interdependencia entre un amplio rango de actores, cada cual con una combinación específica de habilidades y recursos que se conjuntan en una asociación".
10. Se trata pues, de una reconstrucción de las instituciones que permita articular políticas integrales de largo plazo y políticas adaptadas a heterogeneidad social, con el fomento a todo tipo de vínculos entre programas públicos, territorios marginados y territorios dinámicos, centros urbanos y ciudades medias y entre actores sociales. Se trata, en mi opinión, de aplicar mercado y democracia para diluir el peso distorsionador de los poderosos grupos de interés.