La representación de Washington en Bruselas califica la prohibición de "exagerada"
La Unión Europea cierra la puerta a maíz transgénico de Estados Unidos
El veto obliga a certificar que los forrajes no contengan Bt10, organismo no autorizado
Ampliar la imagen Rechazo en Luxemburgo a consumir organismos gen�camente modificados FOTO Greenpeace
Bruselas, 16 de abril. Los gobiernos de la Unión Europea (UE) acordaron hoy imponer una prohibición a las importaciones de forraje de Estados Unidos, debido a los temores de que contenga Bt10, un tipo de maíz transgénico no autorizado.
En una declaración emitida por la Comisión Europea se señala que los gobiernos votaron en favor de una medida de emergencia que exige que las importaciones tengan un certificado que garantice que no contienen Bt10.
"Esta es una medida necesaria para cumplir la ley de la UE, mantener la confianza de los consumidores y garantizar que el organismo genéticamente modificado (OGM) no autorizado no entre en la UE", aseguró el comisario de Salud y Protección al Consumidor del bloque, Markos Kyprianou.
Los productos libres de Bt10 podrán seguir siendo importados, dijo Kyprianou, pero la UE no puede permitir que entren OGM que no han pasado por los rigurosos procedimientos de autorización europeos.
La representación estadunidense ante la UE calificó la medida de "exagerada". "No existe motivo para pensar que la pequeña cantidad de Bt10 que entró en la UE tenga efectos negativos", señaló el portavoz Edward Kemp. Todas las plantas de Bt10 y los forrajes han sido destruidos o están bajo llave, "por lo que en 2005 ya no crecerán plantas de Bt10 y los forrajes han sido destruidos o están bajo llave, "por lo que en 2005 ya no crecerán plantas de Bt10 en Estados Unidos".
La decisión de la UE, que fue celebrada por la organización ecologista Greenpeace, debe ser a probada ahora formalmente por la comisión, lo que se producirá a principios de la próxima semana. La medida será analizada nuevamente por el Ejecutivo de la UE en octubre próximo.
Funcionarios de la UE indicaron que la firma Syngenta, con sede en Suiza y que produce el maíz Bt10, ha presentado una prueba preliminar para distinguir esta forma del Bt11, que sí puede ser vendido legalmente en Europa.
La certificación del forraje deberá ser elaborada por un laboratorio acreditado e independiente. Sin embargo, hasta ahora no existe un método totalmente seguro para comprobar que el maíz transgénico no esté contenido en los productos de Syngenta.
El experto Christoph Then, de Greenpeace, advirtió de que, debido a que la UE no puede analizar todos los posibles OGM de Estados Unidos y otros países, debería prohibir todos los alimentos y forrajes que estuvieran en riesgo de estar contaminados con transgénicos. La UE importa al año 3.5 millones de toneladas de gluten de maíz de Estados Unidos, por valor de 350 millones de euros (450 millones de dólares). La mayor parte de estos productos van a Holanda, España, Gran Bretaña, Alemania y Portugal.
La decisión de Bruselas se produce debido a que se ha comprobado que el tipo de maíz Bt10 ha sido importado a territorio de la Unión por confundirlo con el Bt11. El Bt10 contiene un gen que es resistente a una serie importante de antibióticos.