Lecciones al mundo
1. La economía política detrás del desafuero de Andrés Manuel López Obrador asomó desde el principio la nariz, pero no resultó tan lineal y unívoca como lo esperaban las llamadas cúpulas empresariales mexicanas, que sufren un serio problema de visión, olfato y representatividad, que tal vez explique su obcecación desesperada. No hubo la rebelión de las masas anunciada, ¿buscada?, por los muy tardíos lectores de Ortega, pero tampoco ocurrió la estampida de capitales e inversionistas que se profetizaba. Los "grandes electores" de dentro y de fuera, más que votar con los pies y propiciar la huída, votaron con el cálculo estratégico y dieron la alerta contra todo movimiento especulativo que buscase la desestabilización del siempre frágil orden financiero interno. Por su parte, frente a los huecos que deja a su paso la conducción política del Estado, los encargados de su conducción económica hablaron de la responsabilidad política del desaforado y advirtieron sobre los efectos negativos que podría tener la turbulencia, pidiendo a los políticos que actúen con responsabilidad. No hubo esta vez chivo expiatorio populista sino preparativos serios para un control de daños que muy pocos buscan. Desde fuera, más como llamada de atención a los grupos gobernantes mexicanos sobre los peligros de llevar la lucha por el poder por fuera del código democrático implantado por la globalidad, que como una expresión del hábil cabildeo externo del jefe de Gobierno, la gran prensa se hizo eco de la preocupación del gran capital y de la propia gran empresa mexicana y, sin ahorrarse críticas al estilo o las fabulaciones populistas que le atribuyen a López Obrador, se manifestaron contra la inhabilitación política de éste.
2. Desde una economía política compleja como la que ha emergido en México a pesar de sus múltiples precariedades e insuficiencias, es posible proponer varias lecciones de México al mundo, distintas de las que presumió el Presidente la semana pasada en el Vaticano. No son ilusiones, sino esperanzas razonables y razonadas que podrían darnos un panorama de madurez progresiva de la política rumbo al 2006.
3. Primera lección: la PGR, después de profunda meditación y revisión de sus expedientes, decide aprovechar estas semanas de desconcertante espera para desistirse de consignar al jefe de Gobierno. Por razones de salud pública, para evitar una pandemia de apoplejías en el bando desaforador, esta lección decide guardarse en el archivo.
4. Hecha al fin la consignación, un juez que interpreta el sentir de la Judicatura y de la mayoría de la Suprema Corte estudia la consignación y decide no "obsequiar" la orden de aprehensión solicitada, al no encontrar elementos suficientes que la justifiquen. El jefe de Gobierno vuelve al Zócalo y el sistema de universidad abierta de la Facultad de Derecho de la UNAM, junto con los respectivos departamentos de educación continua de las universidades del país, son abrumados por una solicitud masiva de ingreso, encabezada por diputados y senadores priístas y panistas, pero abultada por todo tipo de ciudadanos que descubren que la justicia y el derecho van más allá del retruécano leguleyo que nos abochornó hasta la vergüenza el pasado jueves negro.
5. La ciudadanía y más de un jurisconsulto descubren que la Suprema Corte es un poder colegiado y esta lección le es transmitida al jefe de Gobierno, que mantiene su "compromiso con la verdad" pero da pruebas claras de saber distinguir y de no tener interés alguno en el uso de absolutos para descalificar al contrario o al que él identifica como tal. El país entero se convierte en aula Jacinto Pallares y deja de confundirse imperio de la ley con estado de derecho (pace, León García Soler). Sin prisa pero sin pausa, se procede a la reforma del poder judicial y de la procuración de la justicia, y la autonomía de ambas, sin confundirse, se vuelve progresiva realidad.
6. Hay con qué, si se asume que el cambio político, para no acabar despeñado, tiene que poner las ideas en un lugar central y de mando, y si, además, se admite que México vive ya un cambio de mentalidad extenso hacia la ciudadanía y la convivencia pacífica, como se ha demostrado en estas terribles semanas desaforadas, y un relevo generacional sostenido que los políticos de hoy y de ayer tienen que reconocer y celebrar sin resignación ni astucia mal entendida. Un botón de muestra:
"Habemos muchos estudiantes en contra del desafuero; no es que apoyemos a López Obrador, ni que seamos del PRD (...), simplemente exigimos nuestros derechos electorales y que a pesar de que todavía no tenemos edad para votar, cuando sean las elecciones estaremos en plena edad y no nos parece justo que se esté manipulando el proceso de esta forma, que no haya elecciones justas" (Carla Solares, estudiante preparatoriana del Tec de Monterrey, campus ciudad de México, después de interpelar y dialogar con el presidente Fox por el desafuero y de haber sido retenida en un salón "unas dos horas para reprenderla por el rector y la directora del programa de preparatoria interdisciplinaria, Elena Buganza. Versión de Juan Manuel Anguiano, "En el país de las libertades", El Economista, 15/04/05, p.39).
Pilón: el subprocurador Vega Memije pide sabático y solicita ingreso a la Escuela de Leyes de Harvard para curso de actualización. El diputado Doping hace lo mismo, pero es rechazado.