Grafite no será el último "puteado": Maradona
También Passarella apoya al argentino detenido por insultar a un brasileño negro
Ampliar la imagen El brasile�rafite, del Sao Paulo, y el argentino Des�to, del Quilmes, el mi�oles pasado FOTO Reuters
Sao Paulo, 15 de abril. El ex astro del futbol argentino Diego Armando Maradona calificó de "bochornosa" la detención del zaguero Leandro Desábato, del club Quilmes, acusado de injurias racistas por el brasileño Grafite, y destacó que "se mezcla el deporte con cosas que no tienen nada que ver".
En tanto, Leandro fue liberado al mediodía de este viernes, después de que su abogado pagó la fianza fijada por el juez, 3 mil 900 dólares, y tras pasar dos noches en prisión en el distrito policial de Casa Verde, en Sao Paulo.
El jugador podrá regresar a Argentina después de que firme un compromiso de que regresará a Brasil cuando sea citado por la justicia durante el proceso penal. Según la acusación de Grafite, Desábato le dijo "negro de mierda, metete una banana en el culo", al finalizar el primer tiempo del partido de la Copa Libertadores que finalizó con triunfo de Sao Paulo 3-1 en el estadio Morumbí.
Maradona consideró que "es común" que en un partido los jugadores se digan cualquier cosa. "Grafite no es el primero ni el último al que putean (insultan). Quilmes no puede quedar como el malo de la película, porque en una cancha siempre se dice cualquier barbaridad. Le doy mi apoyo a los jugadores de ese equipo porque se está mezclando el deporte con un montón de cosas que no tienen nada que ver. Acá no importa si Quilmes es un equipo grande o no, es un conjunto argentino", señaló.
Sostuvo que este incidente puede crear un mal precedente, al advertir que "mañana puede venir (a Argentina) a jugar un equipo brasileño, e imagínense si le van a buscar cualquier cosa para meter presos a sus jugadores".
Por su parte, Grafite reveló su disposición de iniciar una cruzada contra el racismo en el futbol: "La denuncia tiene que ser un basta. Los jugadores brasileños sufren racismo en Europa y eso tiene que cambiar. Espero que la detención de Desábato haya sido un comienzo".
Tuvo el respaldo de su compañero Fabao, quien proclamó que la firmeza contra el argentino "puede ser un puntapié inicial para que las cosas cambien".
El presidente del Sao Paulo, Marcelo Portugal, se sumó a la cruzada: "La detención sirve de ejemplo para el mundo entero, aquí en Brasil no aceptamos ese tipo de conducta".
El entrenador del Corinthians, el argentino Daniel Passarella, afirmó por su parte que "Argentina no es un país racista". No obstante, admitió que "en un partido la mente está más acelerada, se quiere ganar, pero el agravio es una cosa momentánea por el pulso rápido, y no una opinión definida".
Según el defensa argentino Sebastián Domínguez, que actúa en el club brasileño Corinthians con Carlos Tévez, "los brasileños tienen muchos problemas con el racismo y hacen poco para solucionarlos. Ya me han dicho varias veces argentino de mierda y nunca reaccioné".
A su vez, el técnico de la selección brasileña expresó temor de que el arresto repercuta en el partido que disputarán los dos cuadros nacionales por la eliminatoria mundialista. "No me gustaría que el incidente fuera más allá del área deportiva. Ese hecho debería quedar entre Sao Paulo y Quilmes", señaló Carlos Alberto Parreira.
En México, el argentino Gabriel Pereyra acusó al brasileño de violar un código no escrito, mientras el hondureño Carlos Pavón deploró los insultos racistas que "ahora han llegado a América".
Luego del entrenamiento del Cruz Azul, el centroamericano lamentó las agresiones que padecen los futbolistas de raza negra, como el camerunés del Barcelona Samuel Eto'o, líder de goleo en España, pero indicó que hasta ahora lo creía exclusivo de los europeos.
"Yo mismo lo padecí en España y en el Udinese de Italia, una localidad cercana a Austria donde había mucha población alemana. Varias veces recibí insultos alusivos al color de la piel, no entiendes el idioma pero los gestos lo dicen todo, y uno se siente intimidado, algo que no debe ser, ya que en el fondo todos somos iguales", expresó. En México, agregó, no ha sufrido ningún ataque similar.
Pereyra opinó: "Brasil tiene un alto nivel de violencia, hay chicos de la calle, de 10 y 11 años, que ya portan armas; entonces creo que deberían preocuparse por otras cosas. Esto es algo más relacionado con la rivalidad en una Copa Libertadores de futbol", expuso el mediocampista del Cruz Azul de México.
En tanto, el diario Clarín tituló en su portada que "sigue preso en Brasil un futbolista argentino", y habló de "vergüenza". Señaló que "hasta el gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva se quejó por lo que llamó actitud racista".
La Nación, a su vez, se refirió a un "escándalo deportivo, diplomático y policial en Brasil", y evaluó que "Grafite se sintió ofendido" por el argentino y no hizo más que defender sus derechos como ciudadano.