Campanas milenarias
POCAS COSAS EN la vida como el sonido profundo de la tierra que puede sonar también a cielo. La sabiduría oriental ha podido traducir algo tan inefable como el sonido de la tierra y el del cielo simplemente con campanas, que por su aleación, tamaño, forma y la manera de tañer pueden sonar a una cosa o la otra. Otro de los regalos que nos ha hecho Tan Dun es el disco maravilloso titulado Symphony 1997 (Sony Music), que inicia con el sonido de las 65 campanas de bronce, conocidas como bianzhong, usadas en ocasiones rituales y ceremoniales, que habían sido enterradas en el año 433 antes de Cristo. Esta sinfonía fue encargada a Tan Dun para celebrar la reunificación china, está dividida en tres movimientos (Cielo, Tierra, Humanidad), conjunta voces de ángeles niños, el violonchelo supremo de Yo-Yo Ma y una belleza de serenidad majestuosa, algo muy cercano a la eternidad.