Presentaron libro del arqueólogo Enrique Nalda
Kohunlich, ciudad maya sin crecimiento demográfico lineal
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En la antigua ciudad maya de Kohunlich, surgida en el año 800 aC, no existió un crecimiento lineal de la población, de un asentamiento pequeño a otro cada vez más grande, como sucedió de manera general en varias urbes de esa civilización.
Más bien, en Kohunlich se dio una serie de incrementos poblacionales, caídas, recuperaciones y vueltas a caer. Ciclos de crisis de los que el sitio siempre resurgía, excepto el último, sucedido entre el año 1050 y 1100 dC.
Un ejemplo de esa singularidad respecto de la región maya es que el primer asentamiento poblacional registrado en Kohunlich fue bastante numeroso y al parecer surgió ''de golpe y porrazo".
Otra característica sui géneris es que dicha ciudad, cuyo ''clímax poblacional" pudo ser hasta de 10 mil habitantes, no fue un ''asentamiento anular", que empezara a crecer del centro hacia la periferia, como otras urbes, sino que la población también creció hacia dentro de sus límites, ocupando espacios que antes estaban vacíos.
Lo anterior resume uno de los varios planteamientos del arqueólogo Enrique Nalda en su reciente libro Kohunlich. Emplazamiento y desarrollo histórico, editado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y presentado este martes en el Museo Nacional de Antropología.
Nalda, director del Proyecto Arqueológico Sur de Quintana Roo del INAH, presentó apenas la semana pasada otro libro producto de sus más de 10 años de investigaciones en esa zona maya: Los cautivos Dzibanché (La Jornada, 7/04/05).
En la presentación de Kohunlich. Emplazamiento y desarrollo histórico participaron los arqueólogos Angel García Cook, Adriana Velázquez Morlet, Daniel Juárez Cossío y el autor, quien agradeció la colaboración de varios especialistas.
Este volumen es parte de una serie de libros sobre Kohunlich, dijo Nalda, que deberán aparecer más adelante con temas como acumulaciones inusitadas de materiales arqueológicos tardíos y su posible significado ritual.
Otros libros abordarán las líticas pulida y tallada, recuperadas en las excavaciones de una década, las figurillas de cerámica y artefactos de concha, y la arquitectura y la iconografía en los estucos de la ciudad.
Dos más tratarán acerca de la población prehispánica a partir de los entierros descubiertos y los trabajos de restauración para frenar el deterioro de los citados estucos. ''La serie es muy larga. Esperemos vivir para poder terminarla", dijo.
Los asentamientos residenciales
En el libro, que trae anexo un sobre con 16 mapas de gran formato, Nalda argumenta que el mapeo más amplio de Kohunlich era necesario porque contribuye significativamente a la construcción de la base de futuras interpretaciones de la historia de esa ciudad maya.
El mapeo fue complementado con la recolección y el análisis de materiales recuperados en más de 250 sondeos estratigráficos mediante pozos y calas, realizados en todos los conjuntos arquitectónicos registrados, así como en las muchas excavaciones extensivas en varios complejos habitacionales y estructuras monumentales alrededor de las plazas.
Recuerda que los trabajos arqueológicos previos a 1993 se centraron en edificios de carácter cívico-ceremonial, no residenciales, por lo que el conocimiento derivado se limitó a la arquitectura monumental, las relaciones con otras ciudades mayas, el culto a sus dioses, mediante la iconografía de sus mascarones, y sus gobernantes.
En cambio, el programa de investigación encabezado por Nalda desde 1993 se centró en las áreas residenciales de la antigua urbe y en las evidencias de ocupación ubicadas más allá de los edificios monumentales.
La intención, dice, fue complementar lo que se sabía y producir información sobre demografía, procesos de trabajo, patrones de residencia, formas de organización política, intercambio de bienes de consumo y de prestigio, y vida cotidiana, y sus transformaciones a lo largo del tiempo.