Estudio en comunidades de Chiapas y Veracruz halla DDT en pescado y leche materna
Niños explotados en ladrilleras, sujetos a fuerte exposición de cancerígenos
Anuncian en foro acciones para erradicar 12 contaminantes orgánicos persistentes
Ampliar la imagen Labores en una ladrillera en Ixtapaluca, estado de M�co, en febrero de 2000 FOTO la Jornada
Los niños que trabajan en ladrilleras y las mujeres rurales que cocinan con leña, están expuestos a altos niveles de contaminantes orgánicos persistentes (COP), que les pueden ocasionar enfermedades como el cáncer. En comunidades de Chiapas hay presencia del insecticida dicloro difenil tricloretano (DDT) en alimentos como el pescado, así como en la leche materna. De acuerdo con un estudio de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, en varias comunidades del país se ha medido la presencia de COP, los cuales viajan largas distancias y se incorporan en la cadena alimentaria, además de que su erradicación es difícil.
Durante el Foro Nacional de Investigación sobre COP, celebrado entre el Instituto Nacional de Ecología (INE) y la Universidad Autónoma Metropolitana, se informó que ya se trabaja en el Plan Nacional de Implementación del Convenio de Estocolmo, que prevé la eliminación de 12 COP, conocidos como "la docena sucia". Ellos son los plaguicidas aldrín, dieldrín, endrín y mirex, además del toxafeno, heptacloro, clordano, los bifenilos policlorados, dioxinas, furanos, hexaclorobenceno y DDT.
El investigador Fernando Díaz Barriga expuso que se elaboraron estudios en las comunidades Lacanja, de la Selva Lacandona, y Ventanilla, Veracruz, en las que se encontró DDT en el pescado y se encontraron vestigios de DDE -compuesto químico similar al DDT- en leche materna en niveles tóxicos que alteran el ADN de los niños.
El DDT se ha utilizado en México en el combate contra el paludismo y es uno de los contaminantes que también se busca erradicar en América del Norte en el marco de la Comisión de Cooperación Ambiental del área.
Díaz Barriga indicó que en estudios elaborados entre 2002 y 2004 en la comunidad La Cigüeña, Chiapas, se derivó que había daño genético relacionado con la presencia de DDE en los alimentos mencionados.
En cuanto a las dioxinas, precisó que análisis desarrollados en la Huasteca potosina en las mujeres expuestas a la quema de leña, reportaron la presencia de dioxinas, las cuales son sustancias cancerígenas.
Sumado a ello en ladrilleras de Querétaro, en las que se usan aceites como materia prima, se detectó el uso de bifenilos policlorados, también cancerígenos. En evaluaciones en niños que trabajan en esos sitios se encontró que son los que han estado más expuestos a estos agentes químicos. Ante ello, consideró que debe haber mayor vigilancia en el tipo de aceites que se queman en esas instalaciones.
Asimismo se refirió al caso de Xochitepec, Morelos, donde la empresa Spragel, productora de dispositivos para aparatos eléctricos, en los años 60 dejó enterrada una cantidad indefinida de esos productos que contienen bifenilos policlorados. El especialista destacó el hecho de que en Salamanca, Guanajuato, hay industrias químicas en medio de la ciudad que antes se dedicaban a producir bifenilos.
Antes, Mario Yarto, del INE, precisó que además de las 12 sustancias mencionadas, los países pueden proponer otros químicos y México buscaría eliminar el lindano, aunque aún faltan por hacerse monitoreos y diagnósticos.