La federación estuvo presente al mandar un arreglo floral, justificó Jorge Romo
La llamada familia futbolística, ausente en el funeral de Casarín
Vine a agradecerle lo que hizo por el deporte, los jugadores y el país, expresó Hugo Sánchez
José Antonio Roca no sólo lo consideraba su amigo, sino el máximo ídolo de todos los tiempos
Ampliar la imagen Horacio Casar� en los tiempos en que jug�ra el Atlante FOTO Tomada de la p�na de la FMF
"Se fue el máximo ídolo del futbol mexicano", dijo sin ningún titubeo José Antonio Roca, mientras Hugo Sánchez expresó que fue a agradecerle a Horacio Casarín "todo lo que hizo por nosotros los futbolistas", el balompié nacional "y por el país".
En la ceremonia del último adiós a Casarín fue notoria la ausencia de la llamada familia futbolística, empezando por los dirigentes de la Federación Mexicana de Futbol.
"Quizá por alguna causa no puedan venir (los dirigentes), pero la federación está presente al mandar un arreglo floral, y yo, sin tener la representación oficial, me permito transmitir a sus parientes y familiares, y a toda la prensa nacional, el dolor que sentimos en la federación por la pérdida", explicó Jorge Romo, asesor de la dirección Deportiva de la FMF.
Romo, al igual que Enrique Borja y José Antonio Roca, estuvieron ayer en la ceremonia religiosa, celebrada en una agencia funeraria. "Yo tuve la fortuna de jugar, no de compañero de él, sino de contrario, y siempre lo admiraba por su habilidad, por su manera de jugar y por los goles espectaculares que realizaba; la gente compraba un boleto por ir a verlo jugar", indicó el asesor de la federación.
Roca, por su parte, recordó que fue amigo de Casarín desde "que tenía 12 años. El era exactamente 10 años más grande que yo". Don Horacio nació el "25 de mayo de 1918" y don José el "25 de mayo de 1928".
No sólo lo consideraba su amigo, sino "el máximo ídolo que ha habido, y que habrá, en el futbol mexicano".
Borja, mientras tanto, expresó que, "un día después de mi debut", tuvo oportunidad de conocer a Casarín, y desde entonces cultivaron una gran amistad familiar. "Lo llevamos a todos los partidos del Necaxa. No faltaba, junto con su hijo Horacio. Siempre estábamos cada 15 días en el estadio Azteca".
Luego del acto religioso, llegó Hugo Sánchez. El técnico de los Pumas le dio el pésame a los familiares y se acercó al féretro para despedirse de quien dejó "una huella imborrable, por todo lo que ha significado para nosotros".
Agregó que no sólo fue una "referencia para mí, sino para mi padre también. Siendo de su época, le puso a mi hermano Horacio, haciéndole honor a Horacio Casarín".
Hugo dijo que fue para acompañar a la familia del ex goleador, y para "agradecerle todo lo que hizo por nosotros los futbolistas, por lo que hizo por el futbol mexicano, y también por el país".
Puntualizó que a Casarín (cuyos restos fueron cremados y llevados a un panteón) "se le reconoció, se le admiró, se le quiso, pero cuando más necesitó de apoyo, no recibió ese apoyo". Esto se podría evitar, dijo, con la Asociación de Técnicos, "pero al no abrir las puertas de la federación todavía", no se ha podido avanzar.
La federación, por cierto, anunció después que en los partidos de la jornada 13 de la primera división -el fin de semana- se guardará un minuto de silencio en homenaje a Casarín.