Se entregaron los premios anuales del instituto 2003
Descarta el director del INAH encauzar la riqueza cultural por la vía neoliberal
No existe ninguna intención de encauzar el patrimonio cultural de México por la vía del neoliberalismo, afirmó el nuevo titular del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Luciano Cedillo Alvarez, luego de la ceremonia de entrega de los Premios Anuales INAH 2003, que se realizó ayer en el Museo Nacional de Antropología.
Ante la preocupación manifestada por una parte de la comunidad académica, respecto de que el nuevo titular del INAH ''desconoce las tareas de investigación que se llevan a cabo en esa institución, dado que su carrera de funcionario no ha estado relacionada con esta área fundamental" y que ''algunos funcionarios de la propia institución han mostrado desprecio a las opiniones de la comunidad científica y apoyado el proyecto neoliberal", (La Jornada, 8 de abril de 2005), Cedillo Alvarez rechazó que eso fuera así.
''Soy profesor de tiempo completo de la Escuela Nacional de Restauración. Conozco la investigación y la docencia. Soy trabajador de base y cuando deje el cargo regresaré a esa labor. Mis estudios y trabajo, se han desarrollado en el INAH, por lo que conozco muy bien el instituto. De alguna manera he participado en todas sus áreas.
''Por supuesto que no encauzaremos el patrimonio cultural por otras vías (en referencia a un proyecto neoliberal). No existe esa intención.
''Creo que la mejor manera de proteger el patrimonio cultural es siendo eficientes, vinculándonos con el resto de la sociedad, escuchando en qué estamos bien o mal y esa tarea hay que realizarla de manera coordinada. Esas preocupaciones quizá tienen que ver con una posición que no es muy real.''
Reforzamiento de áreas
Según Luciano Cedillo Alvarez, en su administración, entre otras cosas, ''se reforzarán de manera contundente, con elementos técnicos, jurídicos, tecnológicos y capacitación, algunas áreas como gestión y planeación, así como algunos aspectos relacionados con el tráfico ilícito de bienes culturales y la prevención de desastres".
El propósito -abundó- ''es que esas y otras problemáticas que a veces se presentan las podamos tener consideradas con antelación para que nos agarren mucho más armados, ya que el marco legal que se tiene es suficiente, pero puede ser mejor".
En esta ocasión, de 214 trabajos recibidos en las categorías de investigación y tesis de estudios profesionales en sus tres grados (doctorado, maestría y licenciatura), en las áreas de Arqueología, Etnología y antropología social, Lingüística, Antropología física, Historia y Etnohistoria, Historiografía y teoría de la historia, Conservación del patrimonio arquitectónico y urbanístico, Conservación de bienes muebles y Museografía e investigación de museos, se distinguieron sólo a 44 investigadores, de los cuales 24 obtuvieron un galardón y los 20 restantes mención honorífica, declarando el jurado desiertos 21 premios más.
Tales resultados, consideró el investigador Sergio Quezada Aldana, en representación del jurado, se debió tanto a la exigencia de los examinadores, como a que se observó, entre otros aspectos, ''poca participación de investigadores ya establecidos, que debido a su soberbia intelectual consideran que su trabajo ya no debe ser dictaminado.
''También encontramos de manera sistemática que las tesis de licenciatura, en términos proporcionales, tenían una mejor calidad que las de maestría e inclusive que algunas de nivel doctoral; creemos que eso se debe al apremio excesivo al que son sometidos los becarios, por las instituciones formativas y de apoyo.
''Nuestra apreciación es que dicha presión está afectando la calidad académica de trabajos promisorios, de modo que debiera ser revisada la política de apremio administrativo."
Otro elemento fue ''el hecho de que muchos trabajos de investigación prescindieron de consignar el método empleado o lo presentaron de manera muy tangencial o soslayada".