ASTILLERO
Candidatos y candideces
Derbez: ni con el apoyo gringo
Norberto: adiós Estado laico
Operación Tortuga con Garrote
NI SIQUIERA CON una maniobra de última hora Estados Unidos pudo sacar adelante la desfondada candidatura de Luis Ernesto Derbez a la también desfondada OEA. Cinco rondas de votación que terminaron empatadas a pesar de que al caricatural canciller mexicano le habían arrimado de emergencia los votos del otro títere en escena, el salvadoreño Francisco Flores, al que Washington ordenó declinar para que el mexicano presuntamente fortalecido venciera la amenaza chilena llamada José Miguel Insulza (Flores fue usado por la Casa Blanca para aparentar que era el candidato oficial de los gringos, cuando el verdadero es el buen Luis Ernesto). Pero ni así. O al menos no por ahora, pues la Casa Blanca presionará con todo su orgullo condolísamente herido para conseguir en la próxima sesión electoral, el 2 de mayo, el sufragio que por fin dé el triunfo aunque sea por cesárea al mexicano tan necesitado de fórceps que en caso de llegar a presidir la organización continental quedará aún en peor condición de debilidad y manipulación (como si él, y el equipo guanajuatense al que pertenece, necesitaran mucha presión para revelarse como sumamente proclives al entreguismo y el servilismo hacia lo gringo).
POR LO PRONTO, EL aspirante a empleado de los yanquis (se habla aquí de Derbez, no de Ernesto Zedillo) deberá pasar otras largas semanas haciéndose pato en Tlatelolco, toreando los problemas para no causar irritación en sus futuros patrones. Lo malo es que se viene encima el asunto de Cuba y los derechos humanos, y si bien puede desentenderse de asuntos que le parecen menores, como las agresiones a mexicanos en la frontera por parte de cazamigrantes, en el de La Habana y sus videos ahumados no puede seguir haciéndose el que la virgen Rice le habla. Pobrecito microcanciller atrapado por el destino (pero no a causa de las tranzas cometidas a nombre de los Amigos de Fox, con aquellas triangulaciones y lavados que podrían más delante inhabilitarlo en la OEA como sucedió con el costarricense Miguel Angel Rodríguez). Helo allí entre dos fuegos, situación que se habría ahorrado si ayer lo hubieran impuesto como mayordomo del patio trasero. Porque ahora deberá conducir el voto mexicano en Ginebra hacia el sendero anticubano que los patroncitos gringos ordenan, pero al mismo tiempo sabe que si irrita a La Habana podría acelerar la desclasificación de los videos ahumados que según filtraciones diversas contendrían menciones de negocios oscuros de miembros de la familia real mexicana y además, y sobre todo, señalamientos sobre la confabulación desde el poder que inauguró la larga temporada de cacería del peje con aquellas grabaciones bejaranas. ¡Oh! ¿Qué hará míster Zebred?
EN ROMA, OTRO mexicano navega en aguas electorales internacionales. Aun cuando se le considera demasiado joven, y en esta ocasión habría el propósito de nombrar sumo pontífice a alguien cuya edad evitara una larga estancia en el poder, el cardenal Norberto Rivera está en la lista de quienes pueden suceder a Juan Pablo II. Hay una visión de mercadotecnia que está resaltando la importancia de la región latinoamericana y que obviamente beneficia al sacerdote nacido en Durango que, por lo demás, ha demostrado ser un buen servidor de la causa mundial conservadora. Aun si el humo blanco no fuese emitido para anunciar su triunfo, el cardenal Rivera y el grupo de interés que encabeza parecen estar especialmente interesados en fortalecer en México la resurrección de extrema derecha que ha tenido en el golpe del desafuero una primera demostración. De hecho, entre el remolino de acontecimientos a cual más perturbadores, la jefatura del Estado mexicano se ha deslizado sin mucho ruido hacia extremos de sumisión al poder religioso que en momentos de menor crispación habrían producido gran escándalo. Como si nada, e incluso con el voto en favor de senadores perredistas, el representante del Estado laico mexicano ha ido a sentarse (en segunda fila, por cierto) en las exequias papales, e incluso en su espacio radiofónico sabatino el señor Vicente Fox se ha hecho acompañar por dos interlocutores de sotana para hablar con desenfado de una religión de pronto convertida en una especie de dogma oficioso o de poder cogobernante. Los vaticinios romanos poco apuntan hacia el muy grilloso Norberto, pero aunque sólo consiguiera algún cargo de la alta burocracia vaticana, el cardenal primado podría ser importante pieza impulsora de la nueva y santa cruzada contra populismos, izquierdismos y otros deslices a los que la derecha remozada cree llegado el momento de combatir con todas las armas posibles.
PERO CONTRA LA fea y cruda realidad nativa chocan las grandes elucubraciones internacionales (¡Oh, jefe yunque Muñoz Ramoncito: ¿os habíais imaginado a un infiltrado laboral en la OEA, y a un útil papable mexicano?!). El frente local contra la amenaza desaforada nomás no logra pasar del uso del garrote macedonio y de una especie de estrategia tortuga que consiste en darle el mayor tiempo posible al conflicto capitalino-nacional con la ilusión de que por cansancio se acabe la oposición al golpe contra López Obrador. Descompuesta, cebada en las complicidades que la eximen de castigo superior por sus torpezas evidentes, la general procuraduría general mantiene el tono de provocación. Hay quienes, ciegos e insensibles, creen que la paz en que se mantiene el país, y la estabilidad económica, se deben a los buenos cálculos que habían hecho de que a fin de cuentas no pasaría nada, sin darse cuenta (hay excepciones notables, como la de Francisco Gil Díaz) de que esa calma se debe a que reaccionó con prudencia, y la ha mantenido, quien habiendo sido golpeado podría haber contestado con moneda similar.
Y, MIENTRAS A LA Corte llega el revire sanlazarino contra la Asamblea capitalina desobediente, y además allí se estanca la resolución sobre el fobaproico perdón presidencial a los amigos banqueros amantes de la variable anatocista que implica tranza sobre tranza, ¡hasta mañana!
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