CIUDAD PERDIDA
Impunidad, intriga, venganza..., los hilos de la justicia
Nahúm y Ahumada, dos casos
La prepotencia de Santiago
LA SOGA de la justicia, en México, la tejen las autoridades federales con los hilos toscos de la impunidad, la intriga, la falsedad, la venganza y la trampa políticas.
LLAMAN JUSTICIA, por ejemplo, a limpiar de culpas a un delincuente del tamaño de Carlos Ahumada Kurtz, porque a fin de cuentas les sirvió para ejercer venganzas.
ACUSAN A sus propios colaboradores y les destruyen la vida después de inscribirlos en el catálogo de los monstruos, contra quienes hay que dar la "madre de todas las batallas", pero después los descubren inocentes entre negociaciones inconfesables.
LA LEY también se luce en el escaparate del libre mercado -su mejor, su única forma de vida- y se compra o vende sujeta siempre a las reglas de la oferta y la demanda, conforme a las intenciones del comprador.
PERO LO peor de esta situación es que la mayoría de los adquirientes nunca tienen con qué comprar justicia y, menos aún, igualdad. Esos productos sólo están disponibles para quienes pueden pagar el precio, político o económico, que siempre es mucho muy alto.
A LA lista de los impunes, que encabeza, desde luego, Vicente Fox y sus amigos, que incluyen a los priístas del Pemexgate y a muchos otros, deberá, ahora, sumarse Nahúm Acosta Lugo, y muy pronto, claro, el señor de los sobornos, Carlos Ahumada Kurtz.
DOS EJEMPLOS ponen sobre la piel de la gente el pica-pica de la duda con certeza. Ahumada, a quien también la gente ya juzgó, y cuyas pruebas de culpabilidad ha argumentado hasta el cansancio la procuraduría capitalina, recibió la protección de una juez federal contra el auto de formal prisión que le dictó otro juzgador por un fraude por 31 millones de pesos cometido contra el erario de la delegación Gustavo A. Madero.
LA JUEZ María Elena Leguízamo Ferrer, grábese usted el nombre, consideró en su resolución que sí se cometió el fraude por el que se acusa a Carlos Ahumada, pero él, que era el presidente de la empresa defraudadora (Quart), no tenía nada que ver con el hecho ilícito, aunque el defraudador, ligado directamente con el crimen financiero, era algo más que su empleado: su cómplice.
SOLO PARA no dejar pasar, debemos tener presente que en el caso de López Obrador se comprobó, con documentos, que no había firmado ningún oficio que lo pudiera inculpar en el asunto de El Encino. No obstante, se le consideró responsable por ser el jefe de Gobierno, aunque la empresa, que hubiera podido no obedecer la orden del juez de parar los trabajos en el predio mencionado, fuera descentralizada. ¿Qué tal?
PERO AHI no para el asunto. Nahúm Acosta Lugo fue liberado este fin de semana luego de que fue acusado por la Procuraduría General de la República no sólo de narcotráfico, sino hasta de poner en riesgo la integridad física de Vicente Fox.
FUE CONSIDERADO uno de los más grandes enemigos de la Presidencia de la República, hasta que un miembro de El Yunque, amigo de Nahúm y poseedor de la decisión de que Marta Sahagún pueda seguir en la política panista, se interpuso y amenazó, con lo que cambió el curso del caso, inclusive el parecer del juez, y fue absuelto.
NADA MAS faltaba la intimidación cínica, abierta, grosera, que trató de ejercer el sábado pasado el subprocurador de la PGR, José Luis Santiago Vasconcelos -quien adujo visitar una parroquia justo a unos pasos del edificio donde habita López Obrador-, quien llegó acompañado de varios hombres armados a bordo de cinco camionetas.
LA MANIOBRA fue tan burda que todo el mundo se dio cuenta perfecta de que el funcionario fue a saber si existía alguna puerta de escape para López Obrador, es decir, creyó, como el león, que todos son de su... y ya que andaba por ahí, seguramente dejó algunos agentes para tratar de intimidar al jefe de Gobierno.
EN FIN, esos son algunos de los hilos con los que se teje la soga de la justicia en México ¡Qué barbaridad!