Usted está aquí: lunes 11 de abril de 2005 Opinión ASTILLERO

ASTILLERO

Julio Hernández López

Viento helado

Nahúm: fabricaciones políticas

Periodistas bajo fuego

Mensaje: ármese quien pueda

TAL VEZ NADA sea distinto de lo que ya se ha vivido y sabido, pero luego del desafuero las historias de fantasmas parecen más creíbles, y el correr del viento se siente más helado, perturbador, amenazante. Allí está, por ejemplo, saliendo de La Palma, maltrecho física y espiritualmente, un ex funcionario de Los Pinos para confirmar que la general procuraduría del general fabrica expedientes acusatorios conforme a intereses políticos (solicitud de desafuero laboral y consignación penal para quitar del camino al competidor indeseado en la lucha de ese entonces por la jefatura nacional panista; es decir, complot contra Manuel Espino que es amigo y había sido jefe burocrático de ese Nahúm Acosta Lugo al que se encarceló y exhibió para desacreditar al mencionado Espino que era el gallo de Santiago Creel con quien tiene pleito futurista el titular de la PGR, que a su vez mantiene alianza con miembros del Estado Mayor Presidencial que por su parte, como ha sido tradicional, pero ahora de manera más peligrosa, está confrontado con la Secretaría de la Defensa Nacional). Si eso hacen en una lucha interna, si no fraternal cuando menos de presuntos correligionarios, ¿qué puede esperar un ciudadano común y corriente o, aún peor, aquel que se opone y lucha contra el desbarajuste extremo y las confabulaciones criminales de esa administración persecutoria, autoritaria, vengativa? Por desgracia, cualquiera puede ser Nahúm; por cálculos políticos de la elite, cualquiera puede ser hoy detenido bajo cargos fantasiosos pero generosamente difundidos. ¿Habrá disculpas públicas de los comentaristas, sobre todo de medios electrónicos, que lincharon a quien fue coordinador de giras de quien fue presidente de la República, y que lo acusaron de traición a la patria y otras linduras inducidas?

QUIEN SEPA LEER , que lea: en los días más tristes de la historia mexicana de décadas, tres casos dados en plazas dominadas por el narcotráfico muestran que el periodismo es una profesión de alto riesgo, y que decir más de lo que los boletines recomiendan puede ser buen atajo hacia las funerarias. Raúl Gibb, director de La Opinión de Poza Rica, Veracruz, fue asesinado luego de inaugurar un nuevo diario de su empresa en el municipio Martínez de la Torre (y por allí aparece, ofreciendo sus buenos propósitos justicieros, Miguel Angel Yunes, encarnizado enemigo del gobernador Patricio Chirinos que por sí mismo también tiene suficiente historial sombrío: par de ases escalofriantes); en Hermosillo, Sonora, el joven reportero de El Imparcial Alfredo Jiménez Mota está desaparecido desde el pasado 2, cuando habría ido a entrevistarse con un contacto informativo que se habría "puesto nervioso" por alguna información publicada; y en Nuevo Laredo, el pasado 5, la reportera Guadalupe García Escamilla fue baleada a las puertas de la estación radiodifusora en que conducía un programa informativo.

PERO EN MEXICO y en sus estados hay gobierno, hay leyes y hay justicia, ¡sí señor! Y si alguien lo duda, pregúntele a cualquier diputado, llámese éste Manlio o no, si López Obrador es todavía el jefe del Gobierno capitalino, para que compruebe que a estas alturas del flamante estado foxista de derecho los conversos al nuevo reino del desafuero ni siquiera saben exactamente qué fue lo que dolosamente aprobaron en espera de enredos sembrados que luego los reyes de la legalidad castigarían con desaparición de poderes en la ciudad de México. ¡Oh, Señores Justicieros que se esmeran en la preparación de nuevos expedientes judiciales contra López Obrador, tratando de sepultarlo con acusaciones múltiples que sepulten sus pretensiones de defensa civil!

MAS NO TODO está perdido. El secretario de Seguridad Pública del estado sede del cártel del Golfo (Tamaulipas de Yarrington, se llama esa entidad), el general Luis Roberto Gutiérrez Flores, recomendó ayer a los periodistas, luego del atentado contra la reportera García (del que se habló líneas arriba), que soliciten a la Defensa Nacional permisos para portar armas. La condición de chiste cruel de ese señalamiento se puso de manifiesto de inmediato, pues al mismo hospital donde convalece la periodista García Escamilla fueron a parar ayer media docena de policías, con su comandante al frente, que habían sido emboscados por presuntos narcotraficantes en el mismo Nuevo Laredo tan mentado. Seguramente (según la tesis del general que era director de la policía capitalina en 1997, cuando jóvenes de la colonia Buenos Aires fueron asesinados por Jaguares de escarmiento) los periodistas estarán mejor protegidos con sus pistolas autorizadas que los policías hospitalizables.

LA INVITACION TAMAULIPECA a que los ciudadanos en peligro busquen la manera de defenderse con sus propias armas pareciera ser el mensaje que el (digamos) gobierno federal trataría de hacer llegar a los mexicanos todos. Pistolitas civiles frente a los arsenales privados o la maquinaria oficial. Defiéndase cada cual como pueda, porque la bronca se viene en grande. Toda torpeza extrema es imaginable en el reino del desafuero: lo mismo es posible que un subprocurador federal de provocaciones se asome con su banda de guardaespaldas a unos metros de la casa de López Obrador o que en La Castañeda oficial se analice la posibilidad de confinar a Andrés Manuel en una cárcel de Matamoros, la meritita cuna de los jefes del cártel del Golfo. Uf. Viento helado, fantasmas materializándose: en su infinita insensibilidad, los detentadores del poder nacional siguen atizándole a la hoguera, creyéndose a salvo de los incendios provocados. (¿Guerrero? ¿No podrá visitar esa entidad el señor Fox por miedo a las manifestaciones de repudio por el desafuero? ¿Se encerrará cuanto más pueda el señor mencionado en actos caseros, y se confeccionará uno que otro acto "abierto" con escenografía popular de casquete corto?)

POR HOY ES todo, mientras la Casa Blanca opera para instalar en la OEA un títere mexicano que le sea más útil que el salvadoreño sacrificado a última hora, y mientras la mafia priísta de Fernando Moreno Peña se asigna nuevo triunfo en Colima.

Fax: 55 45 04 73 * [email protected]

 
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