Usted está aquí: sábado 9 de abril de 2005 Sociedad y Justicia La Basílica de Guadalupe, sin muchedumbres

Misa con Bertello

La Basílica de Guadalupe, sin muchedumbres

ALMA E. MUÑOZ

La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) exaltó, durante su homilía por los funerales del papa Juan Pablo II, "la alta espiritualidad" con que éste se condujo durante su pontificado, y reiteró que es necesario continuar con la lucha que él impulsó para evitar la destrucción de la conciencia moral, por constituir ésta "una amenaza para la humanidad, mayor aún que la amenaza nuclear y las enfermedades".

El presidente de la CEM, José Guadalupe Martín Rábago, concelebró ayer la eucaristía junto con el nuncio apostólico en México, Guisseppe Bertello, en la Basílica de Guadalupe, acompañados de 40 obispos del país -entre quienes destacó la presencia del cardenal Ernesto Corripio Ahumada- quienes testificaron el agradecimiento que el nuncio hizo al pueblo mexicano por las manifestaciones que tuvo ante la muerte del pontífice.

Aunque no se produjo gran concentración de fieles, hubo aplausos y vivas para el Papa fallecido, al término de la ceremonia, a la cual acudieron representantes del Consejo Interreligioso de México, integrado por la Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos de México, las iglesias católica, anglicana, ortodoxa griega y antioqueña, evangélicos, comunidades maronita, budista y judía, entre otras.

 
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