Entre ellos, inseguridad, crisis del agro y falta de programas en zonas marginadas
Hernández Flores evade hablar de temas que ofreció resolver cuando era candidato
En gira por el norte dijo que se abate el delito con mano dura
Podría quedar impune el atentado contra la periodista Guadalupe García Escamilla
Matamoros, Tamps., 8 de abril. Durante una gira de trabajo por la zona norte el estado, el gobernador Eugenio Hernández Flores se negó a abordar los temas que en su campaña se comprometió a resolver, entre otros el de la inseguridad, que en sus primeros 100 días de gobierno ha dejado saldo de 94 muertes violentas.
La prensa regional buscó en todo momento interrogarlo acerca de la incidencia delictiva, la falta de programas para el campo, la atención a las zonas marginadas y la deficiente promoción para la instalación de nuevas empresas; en cada intento, su equipo de logística y seguridad impidió que los reporteros hicieran cuestionamientos.
-Señor, ¿qué está pasando en Nuevo Laredo?
-No sé... ya me voy
-Pero siguen las agresiones contra periodistas...
-Así es, muy lamentable.
-Pero, ¿qué es lo que está pasando en Nuevo Laredo, señor?
Con el ulular de las patrullas nuevas como fondo de la entrevista, Flores Hernández se salió por la tangente:
-Me da mucho gusto estar en Matamoros.
El gobernador llegó a esta ciudad para entregar al presidente municipal Baltazar Hinojosa Ochoa, 50 patrullas que habrán de reforzar las tareas de seguridad en este municipio, donde hace dos meses y medio fueron asesinados seis custodios del penal municipal.
Durante la toma de protesta del comité de participación ciudadana en Seguridad Pública, Hernández Flores afirmó:
"Al delito lo estamos combatiendo con mano firme, con mano dura, la firmeza de nuestras acciones, la delincuencia la está resintiendo y por nuestra parte no vamos a bajar la guardia, la seguiremos combatiendo con inteligencia y con más recursos; la enfrentaremos con un plan integral de seguridad pública".
Entre los problemas a los que el gobernador no ha dado solución, se encuentra el de las plazas de profesores por jubilación y nueva creación, que están congeladas por falta de recursos, según declaró esta semana Noé Rodríguez, secretario de la sección 30 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.
Lo mismo los programas para el sector agropecuario están detenidos, las tarjetas de diesel subsidiado no han sido recargadas y los proveedores del gobierno siguen sin recuperar las deudas heredadas por el ex gobernador Tomás Yarrington Ruvalcaba.
MARTIN SANCHEZ Y JULIA ANTONIETA LE DUC CORRESPONSALES
Matamoros, Tamps., 8 de abril. Al igual que los cinco asesinatos de periodistas cometidos durante la administración del ex gobernador Tomás Yarrington Ruvalcaba, el atentado contra la reportera de radio, Guadalupe García Escamilla, ocurrido el martes pasado, podría quedar impune.
El vocero de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), Miguel Chávez, informó que "lo nuevo de la investigación por la agresión a la periodista de Nuevo Laredo, es que no encuentran a un pelao que aparece como el responsable del atentado".
El indicio principal es una videocinta aportada por la estación de radio Stereo 91, la cual tiene poca nitidez y no se alcanza a apreciar la imagen del gatillero; la PGJE ordenó analizar la grabación.
En las agresiones a periodistas en los cinco años pasados, la procuraduría estatal ha insistido en que participó el crimen organizado, pero la Procuraduría General de la República no interviene en las indagatorias, porque el gobierno estatal no ha demostrado que se trata de casos ligados con el narcotráfico.
El 24 de marzo del 2001, por ejemplo, fue abatido a tiros Saúl Martínez Gutiérrez, director de El Imparcial, de Matamoros. No obstante la amistad del comunicador con el entonces mandatario Tomás Yarrington, el crimen no fue esclarecido, pues el comandante Jaime Yáñez Cantú, encargado de las investigaciones, también fue ejecutado.
Un año antes, el 9 de abril de 2000, el reportero Pablo Pineda Gaucín, del diario La Opinión, de Matamoros, fue encontrado asesinado, atado de manos y con una bolsa de plástico alrededor de la cabeza a orillas del Río Bravo, cerca de Harlington, Texas, Estados Unidos.
El 18 de enero de 2002, el periodista Félix Fernández García fue asesinado con disparos de rifles AK-47 cuando se transportaba en su vehículo en el municipio de Miguel Alemán, y la historia fue similar, pues la investigación del entonces comandante Martín Landa Herrera concluyó cuando fue ascendido a una jefatura de la policía municipal de Nuevo Laredo.
Dos años más tarde fue asesinado de 26 puñaladas el director editorial de El Mañana de Nuevo Laredo, Francisco Javier Mora García. El presunto homicida fue apuñalado por un reo en el penal de La Loma, de esa ciudad fronteriza, a tres semanas de ser internado en la cárcel.
El 31 de agosto de 2004 fue asesinado en Matamoros Francisco Arratia Saldierna, columnista de los periodicos El Regional y El Imparcial, a quien desconocidos lo lanzaron desde una camioneta en marcha.
Este viernes, durante la visita efectuada por el gobernador Eugenio Hernández Flores, comunicadores de Matamoros repudiaron la agresión contra la reportera García Escamilla y exigieron a la PGJE que esclarezca la agresión.