JAZZ
Eurojazz-Bobby McFerrin-Toots Thielemans
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Milan Svoboda
HOY DA INICIO la octava edición del Eurojazz, el festival anual organizado por la Unión Europea y el Centro Nacional de las Artes (Cenart). En esta ocasión, los músicos convocados para las 11 fechas del evento provienen de la República Checa, Francia, España, Finlandia, Suecia, República Eslovaca, Polonia, Hungría, Países Bajos, Italia y Austria.
EL PRIMER CONCIERTO correrá a cargo del pianista y compositor checo Milan Svoboda, quien por igual monta óperas-rock como Evita y Jesucristo Superestrella, dirige big bands, lidera su propio cuarteto y ofrece conciertos a piano solo. Será en esta última modalidad como se presente hoy, a las 18 horas, en el espacio escénico La Cañada, ubicado en las áreas verdes del Cenart (Río Churubusco 79, esq. Calz. de Tlalpan).
LOS SIETE FESTIVALES anteriores se desarrollaban en la Plaza de las Artes, pero dada la enorme afluencia de público, que desbordaba sistemáticamente el aforo original de mil 500 personas para llegar a los 2 mil 500 ó tres mil apretujados jazzófilos, se decidió trasladar el Eurojazz a la amplia hondonada que podrá dar cabida a unos cinco o seis mil asistentes.
MAÑANA SABADO SERA el turno de Wise, un novel trío francés inmerso en la fusión del jazz y la música electrónica; swing, soul, hip hop y programación de computadores tratando de trazar nuevas rutas para el arte de la improvisación sincopada. El grupo grabó el año pasado su primer disco, Electrology, y será precisamente este material el que presenten en México.
EL DOMINGO 10, cerrando el primer bloque del festival, se presenta el trío del guitarrista español Jaco Abel. Una propuesta de jazz flamenco donde la guitarra eléctrica entra en contubernio con la clave cubana y la bossa brasileña. Abel se hace acompañar por Martín García Leiton en el bajo y Moy Natenzon en la batería. Sábados y domingos los conciertos darán inicio a las 16 horas, los viernes a las 18 horas, y la admisión para todos ellos será gratuita.
La voz y la armónica
POR OTRO LADO, la edición 21 del Festival de México en el Centro Histórico tiene como invitado especial al neoyorkino Bobby McFerrin, un verdadero virtuoso en la improvisación vocal, quien además de haber grabado el legendario álbum The Voice (Elektra, 1984), donde únicamente utiliza la voz (cero instrumentos), o de haberse hecho mundialmente famoso con su versión de Don't worry, be happy, tiene verdaderas joyas discográficas al lado de Chick Corea o Yo-Yo Ma.
LA VOZ DE McFerrin se extiende y estira más allá de cualquier asombro, salta y juguetea entre las octavas, se contorsiona y distorsiona a placer. No falta quien lo tache de gimnasta y lo descalifique como jazzman, pero a final de cuentas, y sin vuelta de hoja, su voz es una exquisitez en el pop, el jazz o la música académica, y vuela con la misma soltura entre los Beatles, Dizzy Gillespie o Juan Sebastián Bach.
EL CANTANTE ACABA de cumplir 55 años y mantiene inmaculados la voz, la sensibilidad y el buen humor. El 19 de abril McFerrin mostrará su voz en solitario durante un concierto en el Teatro de la Ciudad, a las 20:30 horas. El miércoles 20, a las 16 horas, ofrecerá una clase magistral en la sala principal del Palacio de Bellas Artes, ahí estarán también el grupo Triology y el quinteto de jazz del contrabajista mexicano Jorge Luri Molina. Finalmente, Bobby McFerrin adoptará su faceta de director orquestal, tomando la batuta ante la Filarmónica de la Ciudad de México en el escenario del teatro Metropólitan; esto, el jueves 21 a las 20 horas.
Y PARA NO quedarnos cortos con las visitas, se anuncia ya un magno concierto del maestro belga Toots Thielemans, en la sala principal del Palacio de Bellas Artes, para el primer día de mayo, dos días después de que cumpla 83 años. La leyenda de Jean Toots Thielemans como uno de los más grandes armoniqueros en la historia del jazz (tal vez sólo comparable a Larry Adler) se sustenta ampliamente en sus incursiones por el swing, el bop y la música latina, inicialmente al lado de iconos como Benny Goodman y Charlie Parker.
A FINES DE los años 50 decidió probar suerte como compositor y líder de su banda y las cosas no hubieran podido salir mejor. Hay dos discos de excelencia, ambos grabados en el Festival Internacional de Jazz de Montreux, uno con Dizzy Gillespie (1975) y otro con Paquito D'Rivera (1984), aunque el referente inmediato entre los jazzófilos mexicanos sea Bluesette, tal vez la más famosa de sus composiciones.