Crecen brechas entre los sistemas privado y público, señala
Insta la Cepal a reformar el sistema educativo para responder a desafíos
En América Latina y el Caribe la mayoría de los jóvenes enfrenta un sistema educativo asociado a "elevados" niveles de deserción y rezago escolar, aprendizaje poco efectivo y cobertura insuficiente en secundaria, educación media y superior, lo que "obliga" a los gobiernos de la región a enfrentar de forma "urgente" los desafíos educativos "si se quiere formar a las nuevas generaciones para el empleo productivo, la ciudadanía activa y la participación en la sociedad del conocimiento".
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) señala en un informe sobre las tendencias de la juventud iberoamericana, que los "vacíos" que subyacen en materia educativa en la región, es decir, la excesiva repetición de grados y deserción escolares, que limitan la progresión en los logros académicos, así como los problemas de desigualdad en las oportunidades educativas que se suman a la deficiente calidad de la formación académica, restringen las trayectorias "laborales y vitales de los jóvenes, así como el desarrollo de capital humano para la sociedad".
En Latinoamérica "son muchos los desafíos que plantea la educación de los jóvenes", pues la disparidad en logros y aprendizaje es "muy alta", ya que si bien las nuevas generaciones alcanzan mayor nivel educativo que las precedentes, "persisten brechas notorias en logros educativos según ingreso, clase social y localización territorial de los estudiantes".
La distancia de la calidad y logros entre la educación privada y pública, de acuerdo con los niveles socioeconómicos y localización espacial de los alumnos, agrega el informe, "indica una fuerte segmentación de aprendizajes en perjuicio de los jóvenes más pobres y de quienes habitan en comunidades rurales", situación que se "ratifica por una estrecha asociación entre nivel de ingresos en los hogares y logro educativo".
Destaca que pese al incremento de la matrícula en educación primaria, que en la mayoría de los países de la región alcanza casi una cobertura universal, en secundaria se enfrentan condiciones "drásticamente diferentes", debido a la reducción en la cobertura y permanencia de los estudiantes en ese ciclo educativo.
En cuanto al acceso de los jóvenes a estudios superiores, la Cepal señala que en la década anterior la cobertura de la educación terciaria en América Latina se incrementó de 4.4 a 6.5 por ciento de la población de 25 a 29 años, lo que si bien muestra "un incremento importante, también revela una cobertura todavía muy baja e insuficiente".