La violencia estalló en el piso de procesados por delitos de narcotráfico
Motín en la mayor cárcel de Cuba provoca decenas de heridos; uno de ellos está grave
La Habana, 7 de abril. Un nuevo estallido de violencia en el Combinado del Este, la mayor prisión de Cuba, causó decenas de heridos y quemaduras de gravedad a un recluso que está en peligro de muerte.
Un motín entre presos que se rehusaban a ser trasladados a otra cárcel estalló el martes anterior por la noche en el primer piso del edificio 3, donde se alojan procesados por delitos vinculados al narcotráfico, informaron fuentes cercanas al caso.
Freddy Ibáñez Blanco, de 33 años, detenido desde principios de 2003 bajo cargos de narcotráfico, pero aún sin juicio, resultó intoxicado y con quemaduras en 54 por ciento del cuerpo que lo tienen al borde de la muerte, informó a La Jornada su hermana Marlén.
Ibáñez fue internado en el hospital Miguel Enríquez, pero los médicos que lo atienden dieron hoy pocas esperanzas a la familia.
"Un riñón ya no le funciona", dijo la hermana. "Nos dijeron que nos preparáramos para lo peor".
Según la reconstrucción que han logrado hacer los familiares de Ibáñez, éste y otros reclusos se negaron a secundar el levantamiento y en represalia fueron sometidos por los amotinados y encerrados en una celda.
Los amotinados arrojaron a la celda colchonetas encendidas, lo que provocó gases tóxicos y a continuación un incendio, de acuerdo con la versión.
Aparentemente Ibáñez y sus compañeros de infortunio perdieron el conocimiento y así fueron alcanzados por las llamas.
La policía no logró intervenir a tiempo porque los amotinados bloquearon fuertemente los accesos, según el recuento. Los heridos fueron rescatados después que se hizo un hueco en una pared.
Familiares de Ibáñez dijeron saber de al menos otros cuatro heridos de gravedad. La ilegal pero tolerada Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional informó que, según reportes de parientes de otros reos, los lesionados podrían ser 30.
Ibáñez, un mecánico, casado y con una hija, ha sido llamado a juicio en dos ocasiones, pero ambas audiencias se suspendieron por la ausencia de la única testigo de cargo.
El Combinado del Este está en el lindero oriental de la capital. Rodeado de tupida vegetación tropical, tiene tres edificios rectangulares, cada uno de ellos integrado por dos bloques, todos de cuatro pisos. Comparten el área principal con un campo deportivo y el Hospital Nacional de Reclusos.
Un ex prisionero relató a este diario que el edificio 3 alberga en sus dos primeras plantas a los acusados de delitos de drogas y en las dos superiores a jóvenes inculpados de "peligrosidad", figura penal cubana que indica condiciones sociales próximas al delito, pero no un ilícito concreto.
Unas dos semanas antes, en la noche del 18 al 19 de marzo, la policía sofocó otro motín, con un saldo de decenas de lesionados pero ningún muerto, según informó entonces el canciller Felipe Pérez Roque.
El Combinado del Este tiene una población penitenciaria de entre 4 mil y 5 mil reclusos, según estimaciones de Elizardo Sánchez, quien encabeza la comisión, pero no está disponible un informe oficial.
El conflicto del mes pasado fue un "incidente disciplinario de menor entidad, muy excepcional en el caso de Cuba", que concluyó con "decenas de politraumatizados", según el informe de Pérez Roque.
De acuerdo con informes de familiares, Sánchez dijo que el caso de marzo se debió a que algunos presos se negaron a ser trasladados a la prisión Kilo 8, en la oriental provincia de Camagüey.
"Según nuestras propias investigaciones, estas protestas han tenido lugar debido a condiciones infrahumanas de internamiento", dijo Sánchez.