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La familia en positivo
Por Antonio Medina
"Trabajé
durante 17 años en la Marina, y todo para que de pronto me den de baja sólo
por un virus. Sé que aún soy útil, no por uno o dos años, sino por muchos".
Santos Hernández trabajaba en una Zona Naval con el cargo de Tercer Maestre,
hasta que lo dieron de baja por ser VIH positivo.
"Se
enteraron tres meses después de que me infecté y me veían como bicho raro.
Cuando me dijeron que me iban a dar de baja, según por no rendir físicamente,
no estuve de acuerdo, incluso, mi comandante de batallón me decía: 'oye,
es una injusticia, pero yo no puedo hacer nada, la ley del Instituto de Seguridad
Social para las Fuerzas Armadas Mexicanas lo permite'; también mis compañeros
dijeron que me veía muy bien de salud. No lo entiendo, incluso hay personas
obesas y otras con varios problemas y siguen ahí, y yo, que estoy sano, me
tuve que ir.
"A mi esposa le detectaron unos
hematomas en los ovarios. Cuando estaba a punto de ser operada, me llamaron
de emergencia. 'Tenemos una mala noticia para usted, le hicimos a su esposa
estudios y el de VIH salió positivo'. Me quedé en blanco.
"La
médica me dijo que me practicarían el examen a mí; yo aún no reaccionaba
sobre lo ocurrido. En ningún momento me preguntaron si estaba de acuerdo.
Cuando me informaron que también estaba infectado, mi esposa y yo hablamos.
Al final me dijo: '¿qué podemos hacer?, ¿regresar el tiempo? La cosa es salir
adelante'. En todo este tiempo nos hemos informado mucho y ayudado a otras
personas.
"En la cuestión económica nos ha ido muy mal, mi hijo de 13 años tiene que trabajar por las tardes de cerillo
en un supermercado. Yo he ido a buscar trabajo, pero me piden recomendaciones
de mi último empleo y en la Marina me dieron una especie de carta de mala
conducta. Ahora trabajo de voluntario en una organización civil, donde me
dan un apoyo, y mi esposa trabaja vendiendo dulces afuera de una escuela.
"Pero
me siento bien. Hago ejercicio, corro y, en general, todo lo que hacía antes
de enterarme de mi seropositividad. Llevo una vida normal, incluso en lo
sexual. El VIH no es motivo para cancelar esa parte de mi vida. Usamos condón
para evitar una reinfección.
"Amaba mi trabajo
en la Marina, era la carrera de mi vida y estaba estudiando para ascender
de rango. Yo le pediría a Vicente Fox, como Comandante Supremo de las Fuerzas
Armadas, que si es verdad que lucha por el bienestar de las familias, me
restituya en mi trabajo. Físicamente estoy muy bien, me da gripa o tos, como
a cualquier persona, pero no pasa de ahí".
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