Ayer, quizá su última conferencia como jefe del GDF
Yo sí cumplí, el gobierno de Fox no: López Obrador
Recibió a Rosario Ibarra, Leonel Cota y asambleístas
En la ciudad de México se ha cumplido a la gente lo ofrecido, afirmó Andrés Manuel López Obrador en la que pudo ser su última conferencia de prensa como jefe de Gobierno del Distrito Federal (GDF), a unas horas de que la Cámara de Diputados vote su desafuero.
Esto no ha ocurrido a escala federal, resaltó, y ubicó ahí uno de los motivos por los que sus adversarios políticos, en vez de ponerse a trabajar, se dedicaron a obstaculizarlo y a armar el juicio de desafuero.
Antes de que defina hoy en la manifestación del Zócalo la continuación de su plan de acción para la transformación del país, declaró que está preparado para resistir y enfrentar con dignidad cualquier adversidad.
Sonriendo, tras revisar los periódicos en un saloncito adjunto a la sala de prensa Francisco Zarco, el gobernante capitalino soltó al entrar: "¡Viene, viene, viene!", e hizo un movimiento de brazos, como si fuera a lanzar una bola, antes de alcanzar el atril desde donde ha respondido durante cuatro años y cuatro meses un total de 3 mil 349 preguntas, en mil 316 conferencias de prensa.
Anunció que este jueves no habrá conferencia de prensa. "En el Zócalo vamos a definir toda la estrategia, es decir, los pasos a dar hacia delante, porque estoy convencido de que es posible lograr por la vía pacífica y los cauces democráticos el cambio verdadero, una transformación en lo económico, lo social y lo político."
En esto reconoció otro de los motivos por los que no quieren que su nombre aparezca en las boletas electorales, el temor de que la gente decida hacer a un lado el actual modelo económico, que la ha empobrecido y ha llevado al país a la ruina, por una propuesta nueva.
Se trata, añadió, de fortalecer también las instituciones para evitar que sean utilizadas con propósitos políticos, electorales, así como la autonomía del Poder Judicial, para garantizar que jueces, magistrados y ministros actúen con independencia y rectitud.
En el caso de la decisión que tomarán los legisladores de PRI y PAN en la Cámara de Diputados, al erigirse hoy el órgano legislativo en jurado de procedencia, declaró que se trata de acuerdos cupulares, pues aunque muchos militantes de esos partidos no están de acuerdo con el desafuero, desde sus mandos ya tomaron la decisión de hacer a López Obrador a un lado, "de ganarme a la mala".
En la que para muchos fue su última conferencia matutina, López Obrador se dio el lujo de utilizar el "dedito" que "se mueve solo" para, como él mismo ha dicho usando el argot de su deporte favorito, batear una pregunta relacionada con los riesgos de su seguridad personal y para dejar en la incógnita lo que hará una vez que se decida hoy su desafuero.
Después el gobernante se reunió con sus colaboradores y con la bancada del PRD en la Asamblea Legislativa. Lo visitaron también la luchadora social Rosario Ibarra de Piedra y el presidente electo del PRD nacional, Leonel Cota Montaño. Antes de retirarse a comer sostuvo una reunión con el secretario de Gobierno, Alejandro Encinas.
En la puerta que da a la avenida 20 de Noviembre, camarógrafos, fotógrafos y reporteros que aguardaban llamaron la atención de la gente; fue como una señal de que López Obrador cruzaría por esa puerta. Poco a poco se fueron congregando personas, algunas con cámaras compactas, videocámaras e incluso fotos del político tabasqueño. Una mujer sacó un libro del Papa con la intención de que el jefe de Gobierno se detuviera a firmarlo.
En poco más de 10 minutos el número de personas superaba el medio centenar y ya invadía dos carriles de la avenida, junto al Tsuru blanco estacionado a un lado. Un hombre se animó a gritar consignas contra Carlos Salinas, Vicente Fox, Santiago Creel y Diego Fernández de Cevallos, mentadas de madre que terminaban con un tímido "sí" de la gente, y luego una mujer lo secundó: "¡Obrador, escucha, el pueblo está en tu lucha!"
Pero ya cuando salió la gente coreó al unísono "¡Obrador!", "¡Obrador!", mientras lo veía subir al auto y alejarse.