Usted está aquí: jueves 7 de abril de 2005 Política Reprueba Wall Street la estrategia usada por Fox contra López Obrador

Grupos con intereses especiales buscan descarrilarlo, dice Credit Suisse First Boston

Reprueba Wall Street la estrategia usada por Fox contra López Obrador

Se le procesa a pesar de la amplia oposición de la mayoría de los mexicanos, señala la firma

ROBERTO GONZALEZ AMADOR

Ampliar la imagen Empleados administrativos de la fracci�arlamentaria del PRD se manifestaron en San L�ro FOTO Francisco Olvera

Para un gobierno como el del presidente Vicente Fox, tan preocupado por su imagen, el juicio de desafuero que ha promovido contra Andrés Manuel López Obrador, jefe de Gobierno capitalino, representa un contundente fracaso, al menos a juzgar por las opiniones entre la influyente -y poderosa, con enormes intereses económicos en México- comunidad de inversionistas de Wall Street.

El juicio de desafuero contra López Obrador ''representa un claro intento de grupos con intereses especiales de descarrilar la candidatura presidencial del político más popular, bajo medios por demás cuestionables y aun con la amplia oposición de la mayoría de los mexicanos, no sólo de los que viven en la ciudad de México'', reportó este miércoles Credit Suisse First Boston, una de las firmas más importantes de la comunidad financiera mundial.

Molestia ante la posible inestabilidad

La víspera de que se reúna el pleno de la Cámara de Diputados para determinar si procede la petición de la Procuraduría General de la República (PGR) de retirar el fuero -y con ello del cargo- a López Obrador, los reportes de las firmas financieras, que manejan miles de millones de dólares de inversiones en papeles públicos y privados de México, tienen puntos en común. Uno es la crítica abierta al círculo gobernante por el riesgo tan alto que han tomado con tal de sacar de la contienda presidencial a López Obrador; también molestia, porque ese proceder puede provocar pérdidas cuantiosas a los inversionistas en México, quienes han confiado en la estabilidad económica y financiera ofrecida por el gobierno federal. Además, como dice el reporte citado, porque debilita a las instituciones políticas del país.

Y lo más probable es que el riesgo que decidió tomar el gobierno foxista quizá sea tan alto como inútil. Dice Credit Suisse First Boston: ''Retirar la inmunidad constitucional, sin embargo, no garantiza que López Obrador quede fuera de la contienda presidencial. AMLO -como se refieren las corredurías extranjeras al jefe de Gobierno capitalino- puede tener frente a sí un largo y complejo proceso judicial; si es encontrado inocente antes de que venza el plazo de registro (15 de enero de 2006) para la elección presidencial del próximo año, se podrá apuntar para la contienda.

''Si el juicio (por supuestamente haber desacatado un mandato judicial, que es el cargo que enfrenta) se extiende más allá de la fecha legal para inscribir su candidatura, entonces la elegibilidad de López Obrador para competir por la Presidencia en 2006 puede ser decidida en una corte internacional, dadas las diferencias que existen entre la ley mexicana y las internacionales, que México ha apoyado. Las leyes mexicanas establecen que ninguna persona sometida a proceso es elegible para competir por un cargo público; por otro lado, leyes internacionales avaladas por México señalan que sólo quien fue convicto no es elegible''.

Credit Suisse First Boston insiste en su análisis de este miércoles que el juicio promovido por el gobierno federal contra López Obrador es ''un claro intento'' por retirar al jefe de Gobierno capitalino de la contienda presidencial de 2006, a pesar del rechazo de la gente a esa decisión. Para la firma financiera, la situación creada por el gobierno federal desata dudas acerca de la legitimidad de la próxima contienda presidencial, y acerca de la solidez del marco institucional del país. Pero más aún, dice, ''puede sentar un peligroso precedente en la búsqueda del poder''.

La opinión emitida ayer por Credit Suisse es la más reciente de las críticas emitidas desde el viernes por varias de las más influyentes firmas financieras de Wall Street, en torno de la tensión política desatada por el juicio de desafuero.

El viernes pasado, Merrill Lynch, una de las tres firmas de correduría más importantes del mundo, comentó que la decisión del gobierno del presidente Fox de buscar que Andrés Manuel López Obrador sea enjuiciado por un presunto desacato judicial, sólo ha logrado aumentar la popularidad del gobernante de la capital, quien se ha convertido, junto con Roberto Madrazo, del PRI, en uno de los dos posibles triunfadores de la votación de 2006. ''No importa lo que pase con el proceso de desafuero de López Obrador; esperamos que la popularidad del mandatario capitalino se incremente en el corto plazo'', señaló ese día Merrill Lynch.

Ese viernes, la sección instructora de la Cámara de Diputados aprobó por tres votos contra uno el dictamen que recomienda el inicio del juicio de desafuero, en el primer resultado procesal de un caso iniciado por el gobierno federal hace casi 11 meses. Ese dictamen será discutido hoy jueves por el pleno de la Cámara de Diputados, que decidirá finalmente si es retirada la inmunidad constitucional al gobernante de la capital para que sea juzgado, a petición de la PGR, por la acusación de haber violado en 2001 un amparo concedido por un juez contra la construcción de un camino público en un predio privado de Santa Fe.

Tres días después, el lunes de esta semana, Merrill Lynch emitió un nuevo reporte para recomendar a sus inversionistas reducir sus posiciones en papeles mexicanos, ante la previsión de que por el tema del desafuero las instituciones mexicanas ''van a estar sujetas a una tremenda presión''.

 
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